Sintéticamente, el nuevo desarrollo promete reducir las emisiones industriales de gases de efecto invernadero, reducir la acumulación de basura en las grandes ciudades, y de los desechos animales en la ganadería, además de aumentar la ganancia económica en la industria del acero.
La investigadora principal, Andrea Amaral, profesora del Instituto de Ciencias Biológicas (ICB) de la UFMG, sostiene que un residente en áreas urbanas produce, en promedio, de 0,6 a 1,1 kg de basura al día, mientras que un bovino elimina diariamente cerca de 25 kg de heces. La propuesta consiste en aprovechar este tipo de residuos y desechos urbanos para producir combustible que ayude en la producción de hierro y arrabio, es decir acero bruto.
Además, la tecnología que está bajo proceso de patente llevado a cabo por la Coordinación de Transferencia de Tecnología e Innovación (CTIT), tiene el potencial para promover la reducción de las emisiones de la deforestación y el carbono en el segmento de acero, ya que el biogás puede reemplazar al carbón en los altos hornos.
Por ley, el 60% del carbón utilizado en la industria brasileña del acero debe provenir de áreas reforestadas. "Sin embargo, sólo el 30% del carbón proviene de la madera reforestada", estima el investigador Paulo Assis, profesor de la UFOP y coordinador de la ingeniería del proyecto.
En relación con los beneficios económicos, la mayor ventaja se deriva de la sustitución del carbón por el biogás. Casi todo el carbón utilizado en la industria brasileña del acero se importa de Australia, Canadá, Estados Unidos, China y Rusia. Según el profesor Assis, el 70% de la industria brasileña del acero depende del coque producido en las plantas que dependen del carbón importado. "Hoy en día el país gasta más de 5 mil millones de dólares (3.735 millones de euros) al año en la importación de carbón", según sus cálculos.
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http://www.ufmg.br/boletim/bol1747/5.shtml