Según Paul Steele, director ejecutivo de ATAG, "en una encuesta realizada dentro de la industria, casi la mitad de los entrevistados no sabían con seguridad la diferencia entre la primera y la segunda generación y el 60% no estaba al tanto de que en los próximos años podremos hablar de aviación sostenibles gracias a los biocarburantes. Esta es la razón por la que una fuente de información como la guía es muy valiosa".
Que sean sostenibles y que haya suficientes
La sede de ATAG en Ginebra (Suiza) sirvió para dar a conocer la publicación y los pronósticos optimistas, refrendados por Paul Steele. “Por primera vez –afirmó- hemos identificado una alternativa viable a los combustibles fósiles para la aviación comercial y en los próximos años entraremos en la edad de los biocarburantes".
Durante la presentación se habló de los vuelos de prueba habidos (Virgin Atlantic, Air New Zealand, Japan Airlines y Continental Airlines) y por haber (JetBlue y Interjet) y de los combustibles utilizados (camelina, jatropha y algas). Para Paul Steele, “los ensayos fueron un éxito desde el punto de vista técnico y de seguridad y esperamos que de aquí a tres o cinco años utilicemos esas pequeñas cantidades de biocarburantes en vuelos comerciales”.
Desde la ATAG también quieren ser prudentes y hacer ver que existen obstáculos a salvar, dos en concreto: garantizar la sostenibilidad de los biocarburantes y el suministro seguro en cantidad y calidad. En este apartado hicieron un llamamiento a los gobiernos para que apoyen las iniciativas de cultivo y desarrollo tecnológico que ayuden a solventar ambas cuestiones.
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