La planta Unidad de Producción de Etanol 2G Costa Pinto, de Raízen -un joint venture entre la compañía brasileña de etanol Cosan S.A y la holandesa Royal Dutch Shell -, tiene una capacidad de producción de 42 millones de litros anuales de etanol 2G, obtenido de la reutilización del bagazo de la caña de azúcar, y emite 15 veces menos dióxido de carbono en comparación con el común. La tecnología ha sido desarrollada por la firma canadiense Iogen Energy, especializada en etanol celulósico.
El proyecto ha sido financiado en gran parte por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), con una inversión de 62 millones de dólares, dentro del programa Inova Empresa y como parte del Plan Nacional de Apoyo a la Innovación Tecnológica e Industrial de los Sectores Energéticos y Químicos de la Caña de Azúcar. El proyecto total ha insumido una inversión total de 105 millones de dólares.
Según Iogen, esta es la primera aplicación comercial a gran escala de la tecnología de etanol de celulosa que la compañía ha desarrollado.
Raizen ha anunciado que tiene la intención de implementar la misma tecnología en otros siete molinos azucarero. "Tenemos la intención de producir hasta mil millones de litros de biocombustible celulósico a partir del bagazo y la paja de caña de azúcar para 2024", dijo Pedro Mizutani, vicepresidente ejecutivo de Raízen, empresa que declara producir anualmente más de dos mil millones de litros y 4 millones de toneladas de azúcar, y con una capacidad instalada de 940 MW de energía eléctrica a partir de la biomasa de la caña de azúcar.