Greenpeace ha publicado también un informe, La huella del crimen, donde se expone el ciclo de la deforestación en Indonesia para obtener aceite de palma. El informe muestra cómo Nestlé se abastece de aceite de empresas como la indonesia Sinar Mas, que expande sus plantaciones “tras talar las selvas tropicales y quemar y drenar las zonas de turberas… actuaciones que crean graves problemas sociales, aceleran el cambio climático y destruyen el hábitat de especies amenazadas como el orangután”.
Incumplimientos de la legislación y conflictos por la tierra
Poco antes, Amigos de la Tierra publicaba otro informe titulado Too green to be true, en el que el destinatario de las críticas era el malayo-holandés Grupo IOI. Para la asociación ecologista, este otro proveedor “protagoniza una autentica invasión de los bosques y turberas en Indonesia”, y el informe “demuestra que el incremento de la demanda europea de aceite de palma para alimentación y agrocombustibles está provocando deforestación, incumplimientos en la legislación ambiental y conflictos por la tierra en Asia”.
Sinar Mas y Grupo IOI forman parte de la Mesa Redonda para el Aceite de Palma Sostenible, aunque según ambas organizaciones, sus actividades no se atienen a los postulados de la mesa. Amigos de la Tierra asegura que “en Europa se importa el aceite de palma a través de Holanda, donde la multinacional cuenta con varias instalaciones, figurando entre sus compradores otra multinacional, Unilever”. Por su parte, Greenpeace afirma que esta última empresa, como Kraft, tras las denuncias de los ecologistas, han cancelado sus contratos de aceite de palma con Sinar Mas, que empleaban en la producción de alimentos y cosméticos.
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