La primera instalación se realizó en una superficie superior a los 20.000 metros cuadrados, con una cubierta de madera coplanar para optimizar el espacio. Gracias a ello, se consiguió una potencia pico de 2.673,54 kWp. La producción anual garantizada sería de 3.214.790 kWh. El perfil de consumo de la planta permite que el 96,44% de la energía fotovoltaica producida sea autoconsumida, según estimaciones de Solarfam.
En la segunda instalación, sobre una cubierta superior a 10.000 m2, se instalaron 2.005,02 kWh de energía solar. Con ella, la producción de energía anual garantizada sería de 2.424.450 kWh y un porcentaje de energía producida autoconsumida de más del 99%. En ambos casos, el coste de producción de la energía a largo plazo de las instalaciones, quedó inferior a 0,03 euros/kWh.
El proyecto conjunto de estas dos instalaciones ha logrado reducir considerablemente las emisiones de dióxido de carbono de la empresa de envases a la atmósfera. En concreto, ha conseguido evitar la emisión de 1.200 toneladas de CO2 (500 en la primera instalación, y 700 con la segunda). “De esta forma, no solo se convertía en una empresa más sostenible, sino que lograba ahorrar en la factura de la luz, aumentaba la competitividad a largo plazo y, todo ello, contribuyendo a un medio ambiente más saludable”, explican desde Solarfam.
El coste de producción de la energía a largo plazo de las instalaciones, quedó inferior a 0,03 euros / kWh. Dicho cálculo se realizó a través de la división del coste de la inversión más el coste operativo entre la producción prevista en la vida útil del sistema.
Beneficios del autoconsumo
Solarfam, especializada en la instalación de autoconsumo en industrias, destaca los múltiples beneficios que reportan estos proyectos. “En primer lugar, al reducir el consumo de combustibles fósiles para producir energía, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes. La energía solar es, por tanto, una tecnología clave para luchar contra el cambio climático”.
Solarfam, con sede en Pamplona, también explica que “gracias al autoconsumo se pueden reducir los costes de producción de las empresas, lo que se traduce automáticamente en una mayor competitividad. Debido a que se reducen los costes del producto que ofrecemos a los clientes, tenemos la posibilidad de ofrecer precios mucho más competitivos en el mercado”. Y añade que “otra parte muy importante que cada vez se está persiguiendo más por parte de las empresas, es mejorar la imagen de marca”.