"Alcanzar ese objetivo consistirá en el desarrollo de energías limpias y el despliegue (incluyendo nuclear, renovables y la captura de carbono y tecnologías de almacenamiento), la innovación en energía limpia (a través de la iniciativa Misión Innovación), y la mejora de la eficiencia energética", afirman Jason Furman y Brian Deese desde la página web de la Casa Blanca, ambos asesores del presidente Barack Obama.
De aplicación en toda la región norteamericana, eso significará un promedio en conjunto para los tres países. El objetivo, al que tendría que adherirse el presidente que suceda a Obama en enero, es "alcanzable si los tres países, respectivamente, hacen ambiciosos avances hacia la ejecución y superando efectivamente los objetivos" establecidos en el acuerdo climático alcanzado en París el año pasado", afirmó Deese a la agencia Bloomberg.
Entre la serie de iniciativas planteadas de manera conjunta está la reducción del despilfarro de energía mediante la alineación de los estándares de eficiencia para diez electrodomésticos o procedimientos de prueba en 2019, 5.000 MW en proyectos de trasmisión a través de las fronteras para facilitar el despliegue de energía limpia, un estudio conjunto de las oportunidades y los impactos de la adición de más energías renovables a la red eléctrica sobre una base continental, y que el 100% de las operaciones de los gobiernos se cubran con energía limpia para 2025.
Esto se complementa con otra serie de iniciativas, como ser la reducción de emisiones de metano y carbón, y el fomento del transporte limpio.
Las proyecciones indican que los empleos basados en los sectores de la economía relacionados con la energía limpia (renovables -incluidas hidroeléctricas- y también nuclear), la eficiencia energética y la transmisión continuarán creciendo rápidamente: desde poco menos de los 700.000 de hoy a más de un millón de puestos de trabajo hasta el 2025.
Durante el año pasado, alrededor de un tercio de la energía de Estados Unidos provino de fuentes libres de carbono, incluyendo la nuclear, que proporcionó el 19,9%, según datos de abril de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés). Alrededor del 37% de la electricidad de América del Norte provino en 2015 de fuentes libres de carbono, en gran parte debido a que Canadá ya obtiene más de la mitad de su energía de fuentes limpias.