Se trata de un plan que prevé una inversión total de 17 mil millones de dólares (12 mil millones de euros), y con el que se busca reducir el déficit habitacional del país en un 14 %.
Según el ingeniero Carlos Faria, coordinador de Ciudades Solares, una iniciativa de la ONG Vitae Civillis y del Departamento de Aquecimento Solar (Dasol, el Departamento de Calentamiento Solar) de la Associação Brasileira de Refrigeração, Ar-condicionado, Ventilação e Aquecimento (Abrava, la Asociación Brasileña de Refrigeración, Aire Acondicionado, Ventilación y Calentamiento), la implantación de esos sistemas solares térmicos en 500 mil viviendas de este tipo traerá múltiples impactos positivos.
Entre ellos, la generación, en tres años, de 18 mil empleos relacionados con la industria; un aumento en la renta familiar similar aproximadamente a un salario mínimo; una economía de energía eléctrica de 400 GWh al año y un ahorro de 800 millones de dólares (570 millones de euros) en su generación, transmisión y distribución; y una reducción en la emisión de CO2 de 830 mil toneladas.
Faria, cuya institución ha conseguido hacer aprobar 22 leyes solares y que tiene presentados otros 122 proyectos de ley, refirió que la industria brasileña sobre el tema está preparada para suplir las necesidades, “ya que está en un proceso de inversión continuo porque presiente la demanda que está por venir”.
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