El proyecto HYSOL, que así es como se denomina, prevé el desarrollo, construcción, operación y optimización de una planta preindustrial localizada en el cluster de innovación termosolar de Manchasol, en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), según informa Protermsolar en su portal de noticias.
La infraestructura permitirá investigar la integración de estos combustibles biomásicos como fase inicial para validar y hacer financiable la tecnología a escala comercial. La integración se realizará mediante tecnología de ciclo combinado, que permite una mayor eficiencia energética y una mayor capacidad de producción. El proyecto se inició en mayo de 2013, tiene una duración de 3 años y cuenta con un presupuesto superior a los 9,2 millones de euros.
En el participan ACS-Cobra y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), además de otras empresas y centros de investigación de distintos países europeos, incluyendo la Plataforma Solar de Almería (PSA-Ciemat, España), ENEA (Italia), IDIE (España), Aitesa (España), Danmarks Tekniske Universitet (Dinamarca), SDLO-PRI (Holanda) y Aunergy Thermosolar (España).
Hibridación más natural
Uno de los problemas principales de la tecnología termosolar de concentración es que la generación eléctrica depende de los ciclos solares y estacionales, así como de las condiciones meteorológicas de cada momento. Con el fin de incrementar la capacidad y el control de la producción eléctrica, este tipo de plantas suele contar con sistemas de almacenamiento térmico o sistemas auxiliares basados en el uso de combustibles fósiles, principalmente gas natural.
La combustión de gas natural en ciclos simples como los que se emplean en plantas CSP convencionales consigue eficiencias energéticas reducidas y supone un incremento considerable en la huella carbono de la planta. La posibilidad de hibridar la energía solar con otros recursos energéticos renovables, como el biometano, mejora de forma considerable la viabilidad económica de esta tecnología, permitiendo la producción de electricidad 100 % renovable. El consumo de gas de origen renovable (biogás, biometano o gas de síntesis) hacen posible el uso de tecnologías de ciclo combinado, más eficientes, sostenibles y competitivas.