Fue un Gobierno del Partido Popular el que, en una etapa anterior y en su último Consejo de Ministros, aprobó un doce de marzo el RD 436/2004, que permite el desarrollo de la fotovoltaica tal y como la conocemos hoy. Y es el mismo Gobierno el que dos legislaturas más tarde publica el RDL 1/2012, que da la puntilla al desarrollo del sector de las renovables en España.
Es curioso que el PP terminase su etapa anterior con el RD que propicia tal desarrollo de la fotovoltaica y que empiece esta nueva etapa "cargándose" el sector con otra publicación normativa. La razón parece ser la de atajar los costes del sistema, una forma de decir que se deben recortar las primas a las renovables. Da la impresión de que el resto de costes del sistema carecen de importancia o son intocables.
Se obvia que las energías renovables en su conjunto, aportan a nuestra economía ahorros tan importantes como los que reflejan anualmente los informes sobre su impacto macroeconómico en España, publicado por APPA y Deloitte.
Dado que esta medida es inútil para atajar los costes del sistema, me inclino a pensar que la verdadera razón de ser de este RDL 1/2012, no es otra que la de complacer a las compañías eléctricas en su ambición por acaparar todo el sistema eléctrico, desbancando a las renovables, no por caras, sino porque no son ellos quienes las controlan.
Son públicas las declaraciones del presidente de Iberdrola o del consejero delegado de Gas Natural, afirmando que deben eliminarse las primas a aquellas tecnologías no rentables. Falta la coletilla de "para nosotros".
La prueba evidente del poder de lobby de las grandes compañías eléctricas está en que el esfuerzo para frenar el déficit, se carga sobre las espaldas de los productores de renovables y no de forma equitativa sobre los dos bandos de este conflicto de intereses.
Como convencido defensor de las energías renovables, no solo por su contribución medioambiental, sino por la que también aportan a nuestro desarrollo económico, me cuesta, por razones de principios, pensar que hoy en día algunos productores de régimen espacial y en particular muchos fotovoltaicos, sigan alimentando el negocio de quienes les perjudican tanto en la representación de mercado, como en el suministro eléctrico.
Debemos revelarnos como inversores y como consumidores ante el abuso de poder que ejercen ciertas compañías que buscan una situación de oligopolio. Cualquier agente de mercado o cualquier comercializador independiente, defenderá sus intereses como productor mejor que aquellos que aprovechando su capacidad para acceder a las personas que ostentan el poder, perjudican claramente nuestros intereses.
No se trata de David contra Goliat, pero haciendo un juego de palabras con el dicho de "morder la mano que te da de comer" seamos consecuentes y "no alimentemos a la mano que nos da de morder".
Jorge González Cortés
Director comercial y de Marketing de Gesternova
jgonzalezcortes@gesternova.com