Este estudio es el primero que proyecta la cantidad de vidas que se podrían salvar, ciudad por ciudad, en 154 de las áreas urbanas más grandes del mundo si las naciones acuerdan reducir las emisiones de carbono y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ° C en el futuro cercano, en lugar de posponer los mayores recortes de emisiones hasta más tarde, como algunos gobiernos han propuesto.
Las muertes prematuras se reducirían en las ciudades de todos los continentes, en especial en Asia y África, según indica el estudio, elaborado por las universidades de Duke (Carolina del Norte) y de Columbia (Nueva York). Calcuta y Nueva Delhi, ambas en India, encabezan la lista de ciudades que se benefician de recortes acelerados de emisiones, con hasta 4,4 millones de vidas salvadas en la primera y hasta 4 millones en la segunda. Otras 13 ciudades asiáticas o africanas podrían evitar cada una más de 1 millón de muertes prematuras y unas 80 más podrían evitar, al menos, 100.000 fallecimientos.
Cerca de 50 áreas urbanas en otros continentes también podrían lograr avances significativos en el número de vidas salvadas. En concreto, Moscú, Ciudad de México, Sao Paulo, Los Ángeles, Puebla y Nueva York, evitarían, potencialmente, entre 320.000 y 120.000 muertes prematuras.
Centrarse solo en el coste económico de la reducción de emisiones y dejar el recorte más fuerte para más adelante, como algunos gobiernos han propuesto, "es una estrategia muy arriesgada", afirma el climatólogo Drew Shindell, profesor de la Universidad de Duke. "Es como comprar algo a crédito y asumir que algún día tendrás un ingreso lo suficientemente grande como para pagarlo todo".
Simulaciones por ordenador
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores realizaron simulaciones por ordenador de las futuras emisiones de carbono y contaminantes asociados, como el ozono y las partículas, en tres escenarios diferentes.
El primero simulaba los efectos de una reducción acelerada de las emisiones de carbono y sin casi emisiones negativas durante el resto del siglo XXI. El segundo estudiaba los efectos de permitir emisiones de carbono ligeramente más altas a corto plazo, pero con suficientes reducciones generales para limitar el calentamiento de la atmósfera a 2 C para fines del siglo. El tercer escenario consideraba unas reducción a corto plazo más acelerada, que limitase el incremento de la subida a 1,5 grados.
Con ello, los investigadores calcularon el impacto en la salud humana de la exposición a la contaminación en cada uno de esos escenarios en todo el mundo, pero centrados en las ciudades más grandes, utilizando modelos epidemiológicos basados en décadas de análisis y de reconocida solvencia. "Puesto que la contaminación del aire es algo que entendemos muy bien y existen gran cantidad de datos históricos, podemos decir con una certeza relativamente alta cuántas personas morirán en una ciudad determinada en cada uno de los esos escenarios", explica Shindell.
El científico confía en que "esta información ayude a los políticos y al público a aprovechar los beneficios de acelerar la reducciones de emisiones de carbono a corto plazo de una manera que realmente tenga consecuencias".
