El Gobierno y prácticamente todos sus socios de investidura han reiterado este martes en el Congreso de los Diputados su rechazo a la energía nuclear y han apostado por dar más protagonismo a las energías renovables. El enésimo debate nuclear llegaba a la Cámara Baja, tras el apagón que se produjo el pasado 28 de abril, y por mor de una proposición no de ley planteada por el Partido Popular (PP), que instaba a reconsinderar el cierre de las centrales, un cierre -programado- que acordaron el Gobierno Sánchez y las compañías eléctricas propietarias del parque nuclear nacional (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) en 2019, cuando en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se sentaba Teresa Ribera, hoy vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva y mano derecha de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Pues bien, tanto el PSOE y Sumar (Gobierno de coalición), como sus aliados parlamentarios de Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya, Bloque Nacionalista Galego y Podemos, han defendido desde la tribuna de la Cámara Baja las virtudes de las energías renovables.
Durante el debate de la iniciativa, la exministra socialista Cristina Narbona ha dicho que las primeras que no están interesadas en prolongar la vida útil de las centrales nucleares son las propias empresas energéticas, que hasta la fecha "no han puesto sobre la mesa del Gobierno ninguna propuesta" para prolongar su actividad. "Muchas están cerradas porque ya no les convienen los precios tan bajos a los que se puede llegar hoy en España gracias al despliegue masivo de las energías renovables, señorías, y eso es algo que ustedes siguen sin querer reconocer", ha espetado a la bancada del PP.
En el turno de Sumar, Eloi Badia i Casas ha aprovechado su intervención para subrayar la inestabilidad de las centrales nucleares, alegando que entre 2023 y 2024 se han caído casi una veintena de ocasiones (véanse el "boletín anuale de sucesos" del Consejo de Seguridad Nuclear de los años 2023 y 2024).
Bildu no quiere "pagar la fiesta" a la nuclear
El diputado de EH Bildu Mikel Otero ha enfatizado por su parte que su formación siempre dirá que "no" a la energía nuclear, y ha reprochado al PP que diga que aspira a mejorar la competitividad energética mediante el mantenimiento de las nucleares cuando, en realidad, esta tecnología es más cara que la renovable. "Es muy bonito hablar de nucleares sin decir quién pagará la fiesta", ha apostillado.
Por parte del Bloque, Néstor Rego ha aseverado que la energía nuclear "no es limpia" ni tampoco "segura", mientras que Noemí Santana, de Podemos, ha señalado que mantener en funcionamiento las centrales nucleares "cuesta mucho más" que apostar por el despliegue de las renovables, que en conjunto son "más baratas, más limpias y más seguras".
División en Cataluña
La diputada de Esquerra Teresa Jordá ha afeado por su parte al PP que aproveche el apagón para reabrir el debate de las nucleares, algo que considera una "irresponsabilidad extrema" porque "en ningún caso las renovables fueron la causa de la caída de la red eléctrica".
Jordá ha añadido además que ha sido la flexibilidad de tecnologías renovables, como la hidroeléctrica, la que permitió reaccionar y reactivar el sistema de manera rápida. "Si no hubiéramos tenido la capacidad renovable, la vuelta a la normalidad de la red sin duda hubiera sido mucho más lenta. Nos reafirmamos sin ningún tipo de duda que necesitamos avanzar hacia un sistema 100% renovable", ha remarcado.
Por contra, la diputada de Junts Pilar Calvo ha instado a no caer en una "guerra entre tecnologías" como le ha sucedido, según su opinión, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y ha puesto el foco en la falta de baterías y sistemas de protección ante los cambios de tensión y de frecuencia, por lo que no se puede desdeñar -ha dicho- el papel que juega la generación "más convencional" procedente de ciclos combinados o centrales nucleares.
ER en clave historia
Entrevistamos a Cristina Narbona en julio de 2003. Así comenzaba nuestra entrevista
Era Profesora No Numeraria en Sevilla –penene– y ya andaba metida, me cuenta, “en la movida antinuclear”. Narbona (Madrid, 1951) es probablemente el único apellido de la clase dirigente española que puede presumir de veteranía en esto de la política ambiental.
Era julio del año 2003. Puedes acceder a esa edición (ER19), aquí
La nuclear en los 80 la mató la banca, no Greenpeace. Lo que sucede es que se completaron los proyectos de los planes de desarrollo franquistas y así llegamos a tener nucleares. Pero ahora mismo los números si son reales, no salen, por eso pasan de ellas. Por no hablar del agotamiento del uranio o de la dependencia de Rusia para el enriquecimiento. Es claro que donde cuentan los dólares (en el nada trotskista estado de Texas) el despliegue de renovables va como un tiro. Es de imaginar que en España habrá que fomentar la electrificación, el almacenamiento térmico o lo que venga mejor al pool. Pero las nucleares no van a hacer nada, no le gustan ni a los dueños.