El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) debate hoy informes relacionados con la reapertura de Garoña y rinde cuentas de sus actividades al Congreso y al Senado. Pues bien, en ese marco, Greenpeace mueve ficha y explica que, según sus cálculos, "el nuevo Parlamento está compuesto por una mayoría que no quiere dar nuevas licencias a las viejas centrales, en concreto 178 de los diputados y diputadas se comprometieron a cerrar Garoña". Por ello, Greenpeace les pide a los políticos "que exijan al CSN la detención del proceso de evaluación de Garoña hasta la formación de un nuevo Gobierno".
CSN
Sobre el particular, la responsable de campañas de Greenpeace España, María José Caballero, ha recordado hoy "que el CSN ha de estar bajo el control del Parlamento español y que la mayoría de los nuevos diputados y diputadas han manifestado un rechazo absoluto a la reapertura de la central nuclear". La organización ecologista denunció hace semanas que el Ministerio de Industria podría estar maniobrando para reconectar Garoña con vistas a que Iberdrola y Endesa (sus propietarias) pudiesen pedir indemnización por lucro cesante si el próximo gobierno cierra definitivamente la central, que ya habría concluido en todo caso sus cuarenta años de vida útil.
Cuatro años de retroceso
En el comunicado que ha difundido hoy Greenpeace, los ecologistas señalan que consideran necesario "revertir el retroceso sufrido tras los últimos cuatro años de gobierno". En ese sentido, la organización del arcoiris "insta a los grupos parlamentarios del nuevo Congreso a que presenten iniciativas para que el derecho a un medio ambiente saludable sea un derecho fundamental en la Constitución". Greenpeace recuerda en su nota además que "el compromiso de reforzar el derecho al medio ambiente estaba planteado con mayor o menor ambición en los programas de partidos como Ciudadanos, Podemos, PSOE y Unidad Popular".
Por motivos de salud
Los ecologistas destacan asimismo que "el cambio climático, como reto crucial al que se enfrenta la humanidad, debe ser un punto de encuentro obligado en este nuevo Parlamento. Resulta además innegable -añaden en su nota- el impacto social de un modelo de producción y distribución de energía insostenible e injusto que condena a más de siete millones de personas a la pobreza energética y a la muerte prematura de más de 30.000 personas por contaminación". Greenpeace propone frente al cambio climático un modelo 100% renovable, en el marco del cual apuestan por la derogación del Real Decreto de Autoconsumo, que incluye el denominado “impuesto al Sol”.
Las minas de carbón y la búsqueda de gas mediante fractura hidráulica
"El abandono del uso del carbón y la paralización de los proyectos de prospecciones y fracking -continúa Greenpeace- son también pasos fundamentales si de verdad hay voluntad de alcanzar un modelo 100% renovable en 2050". Pero la organización ecologista cree que el Congreso debe plantear "nuevas iniciativas para reducir las emisiones de CO2 para que España y la Unión Europea asuman objetivos más ambiciosos a la altura de lo acordado en la Cumbre del Clima de París". Greenpeace da la bienvenida por otra parte a las iniciativas que pretenden hacer frente a la lacra de la pobreza energética que han presentado en los últimos días en el Congreso el PSOE y Podemos. La organización ecologista pide en todo caso que estas iniciativas incluyan "medidas para superar la baja calidad del parque de viviendas y el alto coste fijo de la factura energética, dando apoyo a las personas vulnerables para mejorar su calidad de vida, no a las compañías eléctricas".
