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Fuga radiactiva en Cuenca

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Ha habido un accidente en el cementerio nuclear que se encuentra a cuarenta kilómetros de la ciudad. El delegado del Gobierno acaba de difundir un comunicado en el que recomienda la "inmediata evacuación" de la población de "todos los núcleos comprendidos en el triángulo Cuenca-Tarancón-Villarrobledo". Según la nota, el accidente ha tenido lugar hoy a las 11.15 horas cuando un equipo de operarios del almacén temporal centralizado descargaba un contenedor con residuos radioactivos procedentes de la central nuclear de Santa María de Garoña.
Fuga radiactiva en Cuenca

Orson Welles hubiese continuado con la ficción. Pero los que hacemos Energías Renovables lo vamos a dejar aquí, no vaya a ser que algún fiscal estupefacto agarre la Ley Mordaza y, doloso, decida acusarnos de terrorismo. No. No ha habido ningún accidente en el cementerio nuclear de Cuenca. Entre otras cosas, porque en Cuenca no hay (aún) ningún cementerio nuclear. «La Fuga» es un proyecto transmedia que está impulsando el escritor y científico Eduardo Soto, un proyecto que quiere materializarse en forma de cortometraje y que ya cuenta con más de cien colaboradores. «La Fuga» quiere contar lo que pasaría si hubiese un accidente en el futurible cementerio nuclear de Cuenca, o sea, en el denominado Almacén Temporal Centralizado (para la gestión de residuos radiactivos) que quiere construir, a solo 70 kilómetros de esa ciudad, el Ejecutivo Rajoy.

Qué ocurriría si...
Según sus impulsores, "el rodaje de este cortometraje de ficción nace con la intención de mostrar qué ocurriría si algo falla en la compleja gestión de los residuos radiactivos". Eduardo Soto avala su propuesta -de reflexión cinematográfica sobre ese hipotético suceso- con una frase, inquietante, del premio nobel Daniel Kanheman: “el evento improbable ocupa el foco de atención cuando se terminan por especificar sus consecuencias”. Pues bien, eso es lo que pretende «La Fuga»: concretar esas consecuencias, concretar los efectos de un suceso como ese, "llenar ese hueco con imágenes cinematográficas, porque existe un enorme vacío de información sobre el cementerio nuclear y la peligrosidad que representa". El corto quiere aproximarse -explican sus impulsores- a los planteamientos de la serie Black Mirror "por lo que tiene de introspección psicológica y desvelamiento sociológico".

Soto pretende al mismo tiempo reflexionar sobre cuáles pueden ser, cuáles son, las alternativas a la construcción de un cementerio
El corto quiere destacar "el contrasentido de la construcción de un Almacén Temporal Centralizado en una provincia que siempre se ha definido por sus parajes naturales, su patrimonio histórico y su riqueza gastronómica, un espacio con una oferta artística y cultural de alcance internacional". Según los promotores de este corto, "la amenaza de la instalación de un cementerio nuclear pone en cuestión este modelo socioeconómico". El cementerio -consideran- puede convertirse en "un estigma que dañará un esmerado trabajo de años por convertirnos en destino turístico y que puede evaporar el medio de vida de cientos de conquenses y castellano manchegos". Por todo ello, «La Fuga» hace un llamamiento "a instituciones públicas y privadas, a los empresarios de hostelería, a las bodegas, a los ganaderos, a los agricultores y a los fabricantes de productos alimenticios para que apoyen el film".

Micromecenazgo
Soto ha elegido la microfinanciación para sacar adelante su proyecto. Así, y para obtener los fondos necesarios, «La Fuga» está empleando la plataforma de mecenazgo cívico en torno a iniciativas ciudadanas Goteo. El proyecto en todo caso cuenta ya con más de cien colaboradores: "destacan los perfiles venidos del mundo del cine, las escuelas de teatro o las facultades de Periodismo y Bellas Artes". La Fuga es un proyecto que se está nutriendo "de jóvenes con ideas emergentes -explican sus impulsores- y que planea encontrarse en el camino también con grandes nombres del séptimo arte conscientes de que la amenaza nuclear supone severas consecuencias globales". La Fuga se presenta como iniciativa abierta a todo aquel que quiera sumar. “Queremos que Cuenca sea Cultura y Naturaleza, no la eterna sede de un silo radiactivo”, destacan los impulsores, en clave de lema.

"Queremos que todo el mundo haga un esfuerzo por informarse adecuadamente sobre el cementerio nuclear antes de aceptar una decisión que puede condicionar el futuro de sus negocios y el buen nombre de Cuenca en los próximos, cuando menos, 60 años, cuando más, 60 siglos".

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Miguel
Apreciado Carlos, le deseo la mayor de las suertes en su campaña de "Pánico Nuclear". Sin duda es usted muy hábil para aprovechar cualquier resquicio para enseguida apretar el botón de pánico. Como usted ya sabe, pero muchos lectores no, después de sacar el combustible gastado del reactor nuclear, éste genera aún mucho calor y debe refrigerarse durante varios años en una piscina dentro de las instalaciones de la central nuclear. En esta fase, sobretodo al principio, el combustible aún es muy peligroso por el calor que desprende que hace que no pueda faltar nunca el agua refrigerante ni fallar las bombas que mueven el agua en el circuito de refrigeración. Progresivamente, según va pasando el tiempo, el combustible gastado va perdiendo fuelle y al cabo de unos 10 años, basta con ser refrigerado en seco por convención de aire, sin necesidad de usar ventiladores eléctricos, reduciendo drásticamente el peligro. Es en esta fase en la que se lleva ese combustible al Almacén Temporal Centralizado. Por tanto, el riesgo de explosiones es prácticamente inexistente, y lógicamente, no se puede comparar nunca con la explosión de Mayak de 1957, como usted astutamente ha hecho, pues se trataba de un tanque dentro del complejo nuclear, con combustible gastado en fase peligrosa y refrigerado por agua, por no redundar en el dato de que el complejo de Mayak fue el primer complejo nuclear creado chapuceramente por los rusos en los años 40 del siglo pasado, con grandes defectos en su diseño y construcción y prácticamente sin medidas de seguridad, con el resultado que todos sabemos. Para evaluar el riesgo de el Almacén Temporal Centralizado de España, que es de bóveda refrigerado por convención de aire, tome referencias de otros almacenes temporales del mismo tipo que hay en el mundo y díganos cuántas incidencias ha habido.
Carlos Villeta Lopez
Gracias Miguel, por el esfuerzo en explicar lo que es un ATC, es muy importante puesto que la población desconoce totalmente los extremos que usted comenta y muchos más. Coinciden sus explicaciones con la versión oficial que da Enresa sobre lo que es el el proyecto. Pero claro, hierra en sus apreciaciones, dado que el retraso en varios años del ATC se debe (entre otras cosas) a que los terrenos se han demostrado inadecuados. Los propios técnicos del CSN han dado a conocer los problemas por la presencia de yesos karstificables que podrían dar lugar a oquedades y de arcillas expansivas que podría provocar grietas en el edificio de almacenamiento. Además, otros estudios geológicos, mencionan la presencia de un acuífero en contacto directo con el edificio, que difundiría radionucleidos en caso de que hubiera una pérdida de integridad del edificio. En base a estos datos, un investigador en física nuclear (el Dr. Francisco Castejón) ha realizado la propuesta de un posible accidente que ha servido de base para el guión de ficción. Es cierto que tendría baja probabilidad (como todos los accidentes nucleares) pero podría ocurrir si se sucedieran una serie de supuestos catastróficos. Su afirmación de que no es posible un escape de material radiactivo está desmentido por la realidad: Three Mile Island, Chernovil, Fukushima, Dice usted que el ATC no es una central nuclear...bien, puede usted informarse sobre el terrible accidente del almacén nuclear en Mayak: una explosión no nuclear que tuvo una fuerza estimada en aproximadamente 75 toneladas de TNT (310 gigajoules), que liberó aproximadamente 740 petabecquerels de radiación. Al menos 200 personas murieron debido a la radiación, 10.000 personas fueron evacuadas de sus casas, y 470.000 personas estuvieron expuestas a la radiación. Pero que el ATC es una instalación con enormes riesgos también lo ha dicho públicamente el Catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Alcalá de Henares (ahora jubilado) Dr. Julio Gutiérrez. Y sabemos que la manipulación de los contenedores se hace a través de una grúa pórtico, pero en presencia de operarios dirigiendo y controlando la operación. Su afirmación de que el procedimiento es "automático" es pura fantasía. Si puede demostrar que no hace falta ninguna persona para realizar las operaciones de: descarga desde los camiones, desencapsulado, deposito en cilindros de almacenamiento, cierre de los cilindros mediante soldadura e inserción de los cilindros en las bóvedas de almacenamiento, es decir que según usted no necesita trabajadores, se lo debería explicar al alcalde de Villar de Cañas, que afirma que el ATC daría muchos puesto de trabajo. Efectivamente, el Habog (con una capacidad 10 veces menor al ATC) está en un polígono industrial, donde las personas asisten a trabajar y luego vuelven a sus viviendas. Pero el ATC está a menos de 2.000 m de la población de Villar de Cañas donde están las viviendas de 400 personas que están permanentemente expuestas a un posible (aunque poco probable) accidente.
Miguel
Imaginé que era una broma o tomadura de pelo cuando en el cuerpo del titular vi que ponía que "el accidente ha tenido lugar hoy a las 11.15 horas cuando un equipo de operarios del almacén temporal centralizado descargaba un contenedor con residuos radioactivos". Primero porque el Almacén Temporal Centralizado no está aún construido. Segundo porque los contenedores no los descargarán unos operarios, será un sistema automatizado y robotizado. Tercero, porque es prácticamente imposible que una cápsula se abra o tenga fugas en el proceso de descarga del contenedor en el almacén. Las cápsulas están dentro de un contenedor que está preparado para resistir accidentes de tren durante su transporte e incluso caídas al vacío desde una altura considerable. Cualquier hipotético accidente en la fase de descarga, no pasaría de un simple bollo en la cubierta protectora de acero del contenedor. Cuarto, porque el área de descarga de los contenedores está sellada para evitar posibles fugas radioactivas, así que no habría que evacuar a la población de la zona. Cabe resaltar que la bóveda del almacén soportará el impacto de un avión de combate Caza F-16. Me quedo con esta frase: "llenar ese hueco con imágenes cinematográficas, porque existe un enorme vacío de información sobre el cementerio nuclear y la peligrosidad que representa". Hay quien se piensa que un almacén temporal es como una central nuclear, que hay peligro de explosión y está tremendamente alarmada, cuando su objetivo es, principalmente, almacenar temporalmente (durante 40 años) cápsulas con el combustible gastado, para que se enfríe, hasta que, o bien se reutilice en centrales de cuarta generación, o se entierre posteriormente en un Almacenamiento Geológico Profundo. No es tan fiero o peligroso el león como lo pintan. De hecho, actualmente cada central nuclear tiene ya un almacén temporal. Este almacén centralizaría todo en uno solo y los otros se desmantelarían. Finalmente, al cabo de 60 años, el almacén centralizado se desmantelaría también. En Holanda, sin ir más lejos, tienen un almacén temporal en un polígono al lado de una población de 20.000 habitantes.
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