España tiene una nueva hoja de ruta en materia energética, donde la penetración renovable en el consumo final de energía crece hasta el 48% para dentro de 7 años —el plan anterior se quedaba en el 42%—. A finales de junio el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha publicado el nuevo borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) 2023-2030, que está abierto a comentarios y cambios hasta el 4 de septiembre.
Como describe el documento del ministerio, “la evolución de la transición energética en los últimos años y la actualización del marco normativo europeo en materia de energía y clima” han permitido esta modernización del primer Pniec 2021-2030, elaborado en 2020. En este escenario, afectado por la guerra de Ucrania con sus consecuencias económicas correspondientes, incrementa sus ambiciones. Entre otros puntos, la meta de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero pasa del 23% al 32% respecto a 1990. Las cifras más esperadas para el sector eran las del parque de generación de energía eléctrica. De más a menos diferencia, la protagonista es la fotovoltaica, que ha pasado de 39 gigavatios (GW) para 2030 en el Pniec anterior a 76 GW. Aumenta tajantemente, un 95%.
La eólica crece de 50 GW a 62 GW, donde están incluidos 3 GW de marina (offshore). Esto es un gran incremento desde 2020, cuando llegaba a los 26.754 MW. Por otra parte, los electrolizadores de hidrógeno renovable que en 2021 eran solo un plan, sin cifras en ese Pniec, suben a los 11 GW. Como dice el documento, se debe a “la elevada penetración de este vector, uno de los sectores clave a descarbonizar”. Pero algunas tecnologías se quedan atrás. Según el ministerio, tienen potencial de crecimiento, “pero no como para alimentar adecuadamente las necesidades de climatización del sector terciario de forma descarbonizada”. La biomasa queda igual, 1,4 GW y los 7 GW de solar termoeléctrica bajan a 4,8 GW.
Superar el doble de capacidad
En definitiva, la potencia renovable se ve incrementada en aproximadamente 105 GW en el periodo 2021-2030, y el total de capacidad renovable en esa fecha será de 160 GW, esto es más del doble de los 72 GW actuales. En materia de eficiencia energética, se mejora al 44% (respecto al escenario de referencia 2007), mientras que en el Pniec anterior se situaba en el 41,7%. En el sector eléctrico, las energías renovables aportarán el 81% de la generación en 2030, frente al 74% del Pniec anterior, en el camino de llegar al 100% en 2050. En ese sentido, tiene especial protagonismo el autoconsumo; gracias a los cambios normativos de los últimos años y al impulso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, alcanzará los 19 GW en 2030. Para integrar esta cantidad de renovables en el sistema eléctrico se amplía también la presencia del almacenamiento energético hasta los 22 GW.
Estos resultados y las proyecciones de la contribución de la producción mediante fuentes renovables sobre el consumo de energía final indican que la eólica, la fotovoltaica y el resto alcanzarían 35.949 toneladas equivalentes de petróleo (ktep) en 2030 (frente a las 32.736 ktep del anterior plan) . En 2020 España estaba en 16.312 ktep. El documento ofrece las causas: que la contribución esta energía limpia eléctrica del escenario “es un 33%, por las políticas de fomento de generación renovable” y también por la “aportación de las bombas de calor, que aumenta un 177% respecto a 2020”, lo que las sitúa en 2.659 ktep (en el borrador anterior se aspiraba a 3.523 ktep).
Autoconsumo, dependencia e impacto
El nuevo Pniec ha ampliado objetivos como rehabilitar 1,38 millones de viviendas (1,2 millones en 2020), o disponer de un parque de vehículos eléctricos de 5,5 millones. Y se han introducido metas nuevas (que siguen la coherencia europea) como consumir un 73% de energía renovable en los edificios. En el documento se reduce drásticamente la dependencia energética exterior. Se prevé subir la producción de energía primaria. Procederá de fuentes autóctonas del 27% en 2019 al 49%. Proporcionaría un ahorro superior a los 90.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles durante todo el período. El PIB crece un 2,5% adicional, hasta 34.700 millones de euros al año, lo que genera más de 500.000 empleos, con efectos más positivos en la población con menor renta disponible.
Esta generación de puestos de trabajo se reparte por todos los sectores económicos, pero tiene una especial incidencia en industria (hasta unos 71.000 puestos de trabajo en 2030), energía o construcción. El borrador estima la movilización de una inversión de 294.000 millones de euros. Un 85% será privada y un 15% será pública (un 11% de fondos europeos). El 40% de la inversión será en energías renovables, el 29% en ahorro y eficiencia, el 18% en redes energéticas, y un 12% en la electrificación de la economía, que debería alcanzar el 34% en 2030.
Las opiniones de los actores implicados
Los actores de las renovables han respondido a estos cambios. Desde APPA Renovables valoran positivamente que se hayan revisado al alza los objetivos. “Es crucial que busquemos el equilibrio entre demanda y generación”, exige el texto de José María González Moya, director general de la asociación nacional. Otras organizaciones consideran que las cifras son insuficientes. Los portavoces de Ecologistas en acción insisten en que aún queda por recorrer. “El aumento a un 32% de la reducción de las emisiones es un pequeño compromiso adicional, pero está aún muy lejos de situarse en el –55% necesario”, anuncian en un comunicado.
Además, afirman que en el Pniec hay un incremento “sustancial” de la implantación de energías renovables, pero no una generación eléctrica completamente renovable. Greenpeace secunda la idea. “Echamos en falta también la definición de un objetivo de emisiones a más largo plazo”, describen, y añaden que es impostergable cambiar el “muy contaminante y peligroso sistema energético dependiente de combustibles fósiles y nuclear a un sistema 100% renovable”. Por sectores, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) celebra que se haya tenido en cuenta la petición de que se eleven los propósitos. “Para poder cumplir con los nuevos objetivos que plantea el Pniec es fundamental asegurar la supervivencia de los proyectos que consiguieron una Declaración de Impacto Ambiental Positiva (DIA) en enero de este año.
Para ello, desde UNEF, consideramos imprescindible una prórroga de dos años. El siguiente hito administrativo que se tiene que superar es la Autorización Administrativa de Construcción”, pide José Donoso, director general de UNEF. Por otro lado, el presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Diego Díaz, considera que las nuevas cifras para la eólica son “coherentes con las peticiones del sector”. Sin embargo, el presidente de la AEE lamenta que la electrificación de la economía basada en renovables no está avanzando al ritmo necesario. “Ser el quinto país del mundo en eólica terrestre es un éxito compartido y es algo que hemos de tener muy presente de cara a los posicionamientos estratégicos industriales y energéticos futuros”, defiende, según una nota de prensa.
Conclusiones y participación
El Pniec persigue mejorar el medioambiente con la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI) un 56% respecto a 2005 y con el cumplimiento del plan de la Unión Europea (UE) de transición ecológica ‘Fit for 55’. La propuesta de revisión del Pniec 2023 está en consonancia con otros documentos de planificación o estrategia en materia de medio ambiente, como el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, el Plan Estratégico Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad o la Planificación Hidrológica, como dice el documento. El ministerio ya ha remitido a la Comisión Europea el borrador de la primera actualización que incrementa las políticas y medidas previstas desde las 78 en 2020 hasta 107.
El plan se va a someter a audiencia e información pública hasta el 4 de septiembre y la fecha para el documento definitivo es dentro de un año, en junio de 2024. Aun así, según fuentes del ministerio, si hay futuros cambios, no podrán reducir los objetivos planteados anteriormente. Esto se debe al reglamento de gobernanza, que indica que la ambición no puede ser inferior. Las energías limpias solo pueden subir.
