En la publicación editada por Barcanova en 1993, expliqué cosas muy básicas sobre fuentes de energía: posibles clasificaciones de las fuentes de energía, la desigual distribución y el uso desigual de la energía en el mundo. Describí las energías sucias, con sus afecciones (tanto los impactos localizados, como los globales –las emisiones de gases de efecto invernadero con el consiguiente calentamiento del planeta, las emisiones de óxidos de azufre y de nitrógeno, causantes de la lluvia ácida–, incluyendo las centrales nucleares, responsables, conjuntamente con el armamento nuclear, del envenenamiento radioactivo de la biosfera.
También describí las energías limpias (la radiación solar, la fuerza del viento, el impulso del agua, la energía verde en torno a las diversas formas de biomasa, el calor de la Tierra) juntamente con las tecnologías para su aprovechamiento que se iban desarrollando entonces, así como las alternativas que en ese momento (comienzo de los años 90) divisábamos grupos de personas preocupadas por el tema y que distintos colectivos, bastante imaginativos y resueltos, ponían en funcionamiento.
Aparte, de una detallada bibliografía, la publicación incluyó, como anexo, dos documentos para mí esenciales: La Carta Global de la Energía (trabajada por la Coalición Mundial de la Energía y hecha pública en el congreso de Energías Limpias, en Ginebra en noviembre de 1991) y El Tratado de Energía (elaborado en el Foro Internacional de Organizaciones No Gubernamentales y Movimientos Sociales “Compromisos para el Futuro”, que se reunió, en el marco del Foro Global'92, en Río de Janeiro del 1 al 15 de junio de 1992), eventos en los que tuve la oportunidad de participar activamente.
Han pasado más de 30 años, desde entonces, y hoy la situación de las tecnologías para aprovechar el Sol y el viento han progresado enormemente, gracias, sobre todo, no sólo a estos primeros pasos iniciales, emprendidos por personas y grupos lo suficientemente pioneros como para no dejarse engatusar por los discursos dominantes propagados, acríticamente, por todo tipo de mercenarios al servicio de las fuerzas incendiarias del clima y contaminadoras de la biosfera con radiactividad, sino también por personas emprendedoras que hicieron posible la creación de empresas que han materializado y mejorado muchas de esas iniciativas pioneras y las han puesto a disposición de la humanidad.
El reto, hoy, es otro
En todo el tiempo que ha pasado desde entonces, hoy vemos cómo la sociedad dispone de artefactos tecnológicos suficientes para poder proveer la energía que se necesita para llevar una vida digna. Y hacerlo sin poner en peligro la salud ecológica de los sistemas naturales y sociales. El reto, hoy, es otro: ¿seremos capaces de hacer que la tecnología disponible esté al servicio de toda la sociedad? ¿Tendremos suficiente fuerza para democratizar el mundo de la energía, dando la vuelta a la situación heredada del pasado?
Dado que a finales de 2023 hizo 30 años de su publicación, he considerado oportuno hacer una reedición de la obra, manteniendo básicamente el original, pero añadiendo, una importante ampliación con la descripción de la evolución, desde entonces hasta la situación actual. Un par de capítulos adicionales: uno dedicado a las emisiones de gases de efecto invernadero con sus consecuencias ya medibles y otro dedicado a las tecnologías solar fotovoltaica y eólica, especialmente a nivel mundial, de la UE, de Dinamarca, de Alemania y de Catalunya dentro del marco del Estado español. Con ello se puede constatar que hoy en día, las mejores opciones para disponer de energía, las más convenientes, tanto económica como ecológicamente, son el aprovechamiento del Sol y el viento.
Quiero que esta reedición, autoeditada y disponible libremente en la nube, sea un recuerdo y homenaje a una persona, Hermann Scheer, que murió inesperadamente antes de tiempo, pero que su liderazgo visionario fue clave para que las tecnologías para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía sean hoy lo que son: una realidad al alcance de todas las sociedades que hoy se afanan por seguir viviendo en este maltratado planeta. Lo hago recordando un par de frases suyas que nos sirven de inspiración:
“Mediante el uso de la energía solar, no ganamos ninguna capacidad de ir más allá de los límites humanos. Más bien, ‘sólo’ ganamos la capacidad de vivir dentro de estos límites”.
“La revolución tecnológica no se da solo por la técnica en sí misma, sino por las personas que aprovechan las nuevas posibilidades que ofrece la técnica. De una innovación técnica surge un movimiento social. Se puede impulsar desde arriba. Pero el despliegue masivo se hace desde abajo, la revolución energética se basa en el establecimiento de múltiples nuevos hechos sin pedir permiso a los titulares de las estructuras energéticas existentes”.
Por ello, he añadido en los dos Anexos de la edición original, un nuevo anexo con el inspirador discurso que Hermann Scheer pronunció en la Conferencia Mundial de Energía Limpia (Ginebra, 4-7 noviembre 1991).
Releyendo hoy la obra publicada en 1993, cada uno puede darse cuenta tanto de los enormes progresos que se han realizado, como que muchos de los conceptos que entonces se desarrollaron, continúan vigentes. Además, es de justicia recordar el largo camino realizado, junto con lo que queda por recorrer hasta alcanzar un mundo 100% renovable y en paz con el planeta.
El enlace para visionar la obra escrita en catalán (flipbook) es: https://online.fliphtml5.com/hzdbu/ycaq/#p=1
Y también se puede descargar en formato PDF aquí:
https://energiasostenible.org/ca/informacioirecursos/publicacions.html
