La sentencia -"vísteme despacio, que llevo prisa"- aconseja no apresurarse cuando uno tiene cierta urgencia por hacer algo, según explica el Instituto Cervantes, y podría ser la traducción ibérica del modo slow de los anglosajones: slow food, slow cities, slow life. En fin, el "Modo Des-pa-ci-to" al que, en otros términos, aludió la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, en su discurso de inauguración, en el que apeló a "políticas ciclistas inspiradas en la filosofía slow cities que mejoren la vida de las personas que las habitan y visitan, mediante apuestas medioambientales y de infraestructuras sostenibles y sensatas".
La décima quinta edición del Congreso Ibérico La Bicicleta y la Ciudad, que fue inaugurada ayer por la vicepresidenta Mónica Oltra, se ha marcado como objetivo "presentar las novedades y experiencias más importantes alrededor de la bicicleta como medio de transporte en el ámbito de España y Portugal". Entre los temas que está previsto aborden los congresistas se encuentran "los diseños de carriles bicis, los caminos escolares, las rutas cicloturistas, la normativa, la intermodalidad, las bicis públicas y los nuevos tipos de bicis urbanas". El respaldo institucional que ha recibido el congreso ha sido de primer nivel. Junto a la vicepresidenta, han estado el alcalde de València, Joan Ribó (Compromís); y el presidente de Les Corts, Enric Morera.
Valencia, en proceso radical de transformación
Durante el acto de apertura del congreso, Oltra ha destacado que, en "muy poco tiempo", la ciudad de Valencia "está beneficiándose de un proceso radical de transformación viaria y urbanística que está cambiando no solo el transporte y la movilidad urbana, sino su propia fisionomía", un cambio que se manifiesta en que la ciudad "no solo se ve diferente, se mueve diferente. Se vive diferente". A este respecto, Oltra ha puesto en valor las políticas ciclistas públicas que están llevando a cabo el Ayuntamiento de Valencia y los de otras ciudades, pueblos e instituciones de la Comunitat, al tiempo que ha resaltado "la labor de reivindicación, e incluso de resistencia, que durante muchos años han llevado a cabo los colectivos y asociaciones de defensa y promoción de la bicicleta".
En este sentido, la vicepresidenta ha resaltado el hecho de que, hasta hace poco, "ver a una persona circulando en bicicleta entre el tráfico rodado nos parecía una anécdota, una heroicidad, cuando no una auténtica temeridad", resultado de una época en que las políticas urbanísticas y de movilidad privilegiaban "el transporte privado y los vehículos motorizados hasta el punto de convertir València en una ciudad hostil e, incluso, peligrosa para ciclistas y viandantes".
Esta situación ahora ha cambiado, ya que, según ha precisado Oltra, las bicicletas "ya no son solo para el verano y forman parte del paisaje urbano cotidiano de València", un medio que "nos conecta con la naturaleza; con el medio ambiente; con nuestra huerta, campos y bosques; con la montaña; el mar y nuestra Albufera y Devesa" y también "nos conecta con nuestra ciudad", donde se manifiesta "como un medio de transporte eficiente, barato, sostenible y saludable". La vicepresidenta ha insistido en que la bicicleta "es un vehículo, pero también es un símbolo porque nos conecta con la vida y hace de la ciudad un lugar más habitable, más amable, en definitiva, más humano".
III Encuentro de Mujeres Ciclistas
La visibilización de las necesidades, derechos y espacios de las mujeres en nuestra sociedad ha tenido un desarrollo muy coincidente con la evolución de la bicicleta a lo largo de la historia. "En la actualidad -explican las organizadoras-, gracias a todo ese proceso, tanto la bicicleta como los derechos de las mujeres se encuentran en una fase de mayor avance, pero aún queda mucho por trabajar para conseguir la igualdad real". Por ello -añaden-, además de introducir el género de manera transversal en el XV Congreso Ibérico de la Bicicleta y la Ciudad "estamos organizando el III Encuentro de Mujeres ciclistas, con el que tratamos de contribuir a la reducción de la brecha de género que aún existe alrededor de la bicicleta y en nuestra sociedad".
El I Encuentro de Mujeres Ciclistas celebrado en Zaragoza en abril de 2017 reunió un centenar de mujeres de este y del otro lado del océano. Desde el primer encuentro, comenzó a funcionar la Red de Mujeres Ciclistas, contactos en forma de mapeo donde dibujar y tejer a los colectivos de mujeres y feministas y fue el punto de partida para el resto encuentros. Esta red aglutina a diferentes "usuarias de la bicicleta, tanto las que utilizan la bicicleta en la ciudad, como las que hacen cicloturismo y los colectivos de mujeres que utilizan la bicicleta como deporte saliendo por carretera o montaña, incluso profesionales del ciclismo". En ese sentido, los Encuentros de Mujeres pretenden fundir "todas las culturas de la bicicleta".
Solo unos meses después del primero, se realizó el II Encuentro que aglutinó unas 200 mujeres en San Sebastián, coincidiendo con la celebración de los 200 años de la bicicleta. Allí, además de mesas redondas y talleres realizamos diferentes rutas en bici incluso bajo la lluvia. En el III Encuentro, que tendrá lugar los días 19 y 20 de mayo en València, el objetivo es "visibilizar los diferentes proyectos y necesidades, pero también contribuir al fortalecimiento de la Red, comenzar a crear grupos de trabajo sobre los temas más importantes que surgieron en los dos encuentros previos y realizar talleres en los que podamos mejorar nuestras fortalezas". El Domingo 20 de mayo será día de Rutas de carretera, cicloturismo y ciudad.
