De acuerdo con la empresa Dinsa, que ha desarrollado el sistema de carga (Sirveac) utilizado en estos pueblos, muchos usuarios de vehículos eléctricos eligen estos destinos para comer o realizar compras, mientras que su automóvil se recarga en los aparcamientos públicos.
La solución cuenta con una plataforma de gestión que interactúa con el propio cargador y que se configura según las necesidades de la localidad.
Asimismo, permite a los usuarios controlar el consumo y realizar un mantenimiento preventivo de su vehículo, guardando estos datos en su smartphone a través de la app, desde la que pueden reservar el punto de carga.
La recarga completa de las baterías de un coche eléctrico medio de entre 22kWh y 24 kWh de capacidad podría completarse en un tiempo estimado de entre una hora y una hora y cuarto, en estaciones con una potencia instalada de 22kW, según la empresa.
“A corto plazo, los puntos de carga para vehículos eléctricos, directa o indirectamente, serán obligatorios para todos los municipios y aparcamientos públicos”, afirma Juan Cuenca, ingeniero del área Smart Cities de Dinsa. “Las localidades que ya se preocupan por su instalación se están aprovechando de subvenciones como la iniciativa de la Junta de Castilla y León para el desarrollo de la infraestructura de recargas y, además, se están promocionando turísticamente”.
La instalación de estos sistemas permite, además, obtener nuevos ingresos a los ayuntamientos a través de varias vías, como la recogida de datos estadísticos, el alquiler de los puntos de recarga o las comisiones generadas con la opción de pago por uso.