javier garcía breva

El edificio inteligente y conectado

0
El edificio inteligente y conectado

Si la Directiva 2010/31/UE definió el edificio de consumo de energía casi nulo como el edificio que, al alcanzar la más alta eficiencia energética, la poca energía que requiere la genera con renovables en el propio edificio o en su entorno, la Directiva (UE) 2018/844 añade al autoconsumo los sistemas de automatización y control del edificio, las infraestructuras de recarga para impulsar la movilidad eléctrica desde los edificios y las aplicaciones inteligentes para promover edificios y comunidades bien conectados.


El edificio de consumo casi nulo se convierte en el edificio inteligente como referencia para los nuevos edificios y los que se rehabiliten a partir de 2021.
 
Funciones de las aplicaciones inteligentes de los edificios
En el Anexo 1 bis de la Directiva (UE) 2018/844, que modifica la directiva de 2010, se concreta el indicador de preparación para aplicaciones inteligentes de los edificios que incluirá, como elementos para mejorar el ahorro energético, las capacidades de los dispositivos inteligentes, como los contadores inteligentes, los sistemas de automatización y control, dispositivos de autorregulación de la temperatura interior, sensores de calidad del aire y ventilación, electrodomésticos, puntos de recarga para vehículos eléctricos, almacenamiento de energía y la interoperabilidad de estos elementos.


Las funcionalidades que deberán cubrir las aplicaciones inteligentes son tres:
• La adaptación del consumo energético mediante el uso de energías renovables para reducir la demanda.
• Adaptar su funcionamiento a las necesidades del ocupante del edificio de forma sencilla, conservar unas condiciones climáticas interiores saludables e informar sobre el consumo de energía.
• La flexibilidad de la demanda eléctrica del edificio, permitiendo la participación de los consumidores en la gestión de la demanda en relación con la red.
 
Conectividad e interoperabilidad para la gestión energética de los edificios
El Reglamento delegado (UE) 2020/2155, de 14 de octubre de 2020, ha establecido el régimen, voluntario para los Estados miembros, para valorar el grado de preparación para aplicaciones inteligentes de los edificios. Destacan las definiciones siguientes:


• “Indicador de preparación para aplicaciones inteligentes”: indicador que informa sobre la valoración del grado de preparación para aplicaciones inteligentes de un edificio. El indicador se integra como complemento de la certificación energética, pero no la sustituye.
• “Los beneficios para los usuarios se han de destacar en términos de ahorro de energía, adaptación al cambio climático, mayor inclusividad, accesibilidad, bienestar y ciberseguridad”
• “Conectividad”: la capacidad de los sistemas para intercambiar datos entre sí y la capacidad del edificio, o de la unidad de un edificio, para intercambiar datos con la red y entidades vinculadas, como un agregador u otros edificios.
• “Interoperabilidad”: la capacidad de un sistema para interactuar con el fin de conseguir un objetivo común mediante el intercambio de información y datos.
• La preparación de aplicaciones inteligentes de un edificio, o una parte del mismo, define las capacidades del edificio para que su funcionamiento se adapte en tiempo real a las necesidades de sus ocupantes y de la red para reducir la demanda energética.
• “Las aplicaciones inteligentes sirven para aumentar la eficiencia energética, responder a las necesidades de los ocupantes y añadir flexibilidad energética, o capacidad de ajustar en tiempo real la oferta y demanda energética en el mismo edificio”

La flexibilidad energética requiere edificios inteligentes
La flexibilidad energética es uno de los principales objetivos de los Planes Nacionales Integrados de energía y Clima (PNIEC) y de las Estrategias de Rehabilitación a Largo Plazo (ERLP) por los beneficios que aporta al sistema eléctrico y a los consumidores. El aumento de la capacidad de generación y demanda flexible se basa en el desarrollo de los recursos energéticos distribuidos (DER), como el autoconsumo, almacenamiento, las comunidades de energías renovables, comunidades ciudadanas de energía, microrredes, carga inteligente de vehículos eléctricos, agregadores independientes de la demanda, edificios de consumo de energía casi nulo, contadores inteligentes, y la interoperabilidad de estos recursos.

La energía flexible es, a la vez, energía inteligente. Para ello es imprescindible la figura del consumidor activo o del cliente activo, con derecho a generar, almacenar, agregar, consumir y vender su propia energía renovable. El edificio inteligente es el centro de consumo por excelencia para la transición hacia un modelo de generación distribuida que garantice capacidad de flexibilidad para reducir la demanda energética, costes e inversiones del sistema, abaratar la energía y reducción de emisiones.


El edificio inteligente se basa en la capacidad de generar energía flexible, gestionarla en tiempo real y de forma remota mediante el control del consumidor. Los impactos afectan a la eficiencia energética, mantenimiento y previsión de fallos, comodidad, facilidad de uso, salud, bienestar y accesibilidad, información a los usuarios, flexibilidad y almacenamiento de energía. El ámbito de las aplicaciones inteligentes se extiende a la calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria, ventilación, iluminación, envolvente dinámica del edificio, electricidad, carga de vehículos eléctricos, monitorización y control.


El edificio inteligente es la combinación de los recursos energéticos distribuidos y la participación de los consumidores en el sistema eléctrico que interactúan con las aplicaciones inteligentes para gestionar la demanda energética.

Los edificios del futuro
La visión del futuro de la edificación se concreta en las directivas europeas de renovables, eficiencia energética y mercado interior de la electricidad en edificios inteligentes y comunidades bien conectados. La combinación de la generación distribuida y la gestión inteligente de la demanda se aplica para crear comunidades energéticas locales o municipales energéticamente autónomas.


En el estudio “El edificio en el nuevo paradigma energético” (2020), de Prysmian Group y Schneider Electric, se analiza cómo los edificios son el motor de la transformación del sector eléctrico. La transición energética en la edificación se caracteriza por la combinación de la electrificación, la descarbonización, la digitalización y los recursos energéticos distribuidos. El edificio inteligente incorpora la experiencia de tratar todos los sistemas como un único sistema al reunir la gestión energética, la gestión del edificio y la gestión del trabajo en un único sistema a través de las aplicaciones inteligentes.


Las nuevas tendencias del mercado se caracterizarán por:
• El edificio como central energética y central de datos: alcanzar el objetivo cero emisiones mediante la gestión activa de la demanda y de las energías renovables con el control del consumidor, intercambiando energía con la red, a través de la integración de los datos de la gestión de edificios (BIM) y la digitalización de las infraestructuras de edificios existentes.
• La gestión inteligente del edificio: operar el edificio de forma remota, garantizando la energía y la seguridad de forma permanente, ciberseguridad y protección de infraestructuras críticas para evitar pérdidas operativas.
• La energía como activo del edificio y no como coste: el big data y la inteligencia artificial para reducir costes operativos fijos y mejorar las decisiones para responder a las necesidades de los usuarios.
• Edificios para mejorar el bienestar de las personas: la salud y satisfacción de las personas, la mejora de la productividad en los centros de trabajo, la protección de los ocupantes con edificio más seguros y adaptados a los efectos del clima.


La automatización, la conectividad, la telemedición, el internet de las cosas, el big data, los sistemas inteligentes de gestión y seguridad del edificio, el edifico inteligente o el hogar conectado son conceptos que superan los estándares de eficiencia energética actuales y prefiguran un nuevo modelo de edificación adaptada al concepto de comunidad energética, a través del autoconsumo compartido y la agregación, y un nuevo modelo de urbanismo que afronte las exigencias de la emergencia climática.


La transformación digital de la edificación debería incluirse en los planes de rehabilitación en coherencia con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que regula los fondos del Next Generation UE.

Este artículo se publicó primero en La Oficina de Javier García Breva.

Añadir un comentario
Baterías con premio en la gran feria europea del almacenamiento de energía
El jurado de la feria ees (la gran feria europea de las baterías y los sistemas acumuladores de energía) ya ha seleccionado los productos y soluciones innovadoras que aspiran, como finalistas, al gran premio ees 2021. Independientemente de cuál o cuáles sean las candidaturas ganadoras, la sola inclusión en este exquisito grupo VIP constituye todo un éxito para las empresas. A continuación, los diez finalistas 2021 de los ees Award (ees es una de las cuatro ferias que integran el gran evento anual europeo del sector de la energía, The smarter E).