Los quince proyectos adjudicatarios se reparten por cinco países y la Comisión estima producirán casi 2,2 millones de toneladas de hidrógeno renovable en diez años, lo que hará posible evitar la emisión de quince millones de toneladas de CO₂. El hidrógeno será empleado en sectores como el transporte, la industria química o para la producción de metanol o amoníaco. Los proyectos ahora adjudicatarios recibirán un total de 992 millones de euros en fondos UE, que saldrán del Fondo para la Innovación (Innovation Fund), que se alimenta del sistema de comercio de emisiones de la Unión Europea (EU Emissions Trading System, ETS). La suma de ayudas que podrán recibir los proyectos ubicados en suelo español asciende a 292,2 millones de euros, la mayor cifra entre los demás países beneficiarios en esta segunda subasta: Alemania, Finlandia, Noruega y Países Bajos.
Los proyectos que han ganado las pujas y han resultado beneficiarios en esta segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno (European Hydrogen Bank) producirán hidrógeno renovable con un subsidio que, según la Comisión Europea, les ayudará a cerrar la brecha que hay ahora mismo entre los costes de producción del hidrógeno renovable y el precio del hidrógeno en el mercado actual (ahora mismo el hidrógeno es producido con gas y o carbón, luego es sucio y no verde) y acelerará el despliegue de combustibles más limpios.
La Comisión Europea usa este mecanismo de apoyo -las subastas del European Hydrogen Bank- para, entre otros objetivos, ayudar al hidrógeno renovable a alcanzar la competitividad a través de la escalada de su producción. El objetivo último de la Comisión es acelerar así su viaje hacia la descarbonización, cuya meta última es 2050 (en ese año, la UE se ha comprometido a ser cero neto en ceodós, es decir, a alcanzar la neutralidad en carbono, o que solo emita lo que absorba).
El hidrógeno renovable o verde es un combustible gaseoso con el que la Comisión quiere sustituir al metano (gas natural), al carbón y a los combustibles fósiles líquidos en, sobre todo, determinados sectores difíciles de descarbonizar, como lo son ciertas industrias (siderúrgicas, cementeras, o químicas que necesitan mucha energía para alimentar sus procesos industriales y que ahora mismo están usando sobre todo gas metano) o como lo es también el transporte (muy dependiente así mismo de los combustibles fósiles, en este caso, de los derivados del crudo).
Por otro lado -esgrime la Comisión en su exposición de motivos-, el hidrógeno también está llamado a formar parte del catálogo de soluciones a implementar en pos de la independencia energética de la Unión Europea (en tanto en cuanto su producción será local y se supone sustituirá importaciones de combustibles fósiles). Además, debe contribuir a mejorar la seguridad de suministro (la producción autóctona de este combustible verde se libera de la dependencia de circunstancias geopolíticas) y será también -el desarrollo del H2 renovable europeo- positivo de cara a la creación de empleo local (precisamente por esa condición de fuente de energía autóctona, que no hay que importar).
Según el comunicado que ha difundido la Comisión Europea, de los proyectos seleccionados, hasta doce se han comprometido a producir hidrógeno renovable con una prima fija de entre 0,20 euros y 0,60 euros por kilo.
Además, por primera vez, la subasta ha establecido un presupuesto específicamente dedicado a productores de hidrógeno que ya tienen comprador para su hidrógeno verde en el sector marítimo, entidades que usarán ese hidrógeno en actividades de bunkering (sistema de repostaje que permite a las embarcaciones rellenar sus depósitos de combustible en alta mar).
Esta iniciativa pionera ha resultado en la selección de tres candidaturas que van a recibir 96,7 millones de euros en subvenciones. Estos proyectos se han cerrado entre 0,45 euros y 1,88 euros por kilogramo. Las ayudas que van a recibir los quince proyectos beneficiarios oscilan entre los ocho y los 246 millones de euros a recibir durante los próximos diez años.
Paralelamente, España, Lituania y Austria han asignado hasta 836 millones de euros de fondos propios (nacionales) para proyectos en sus respectivos países a través del mecanismo «subastas como servicio». Esto permite a los Estados miembros identificar y financiar proyectos elegibles en sus territorios que cumplan los criterios de cualificación de la subasta pero que no puedan ser financiados por el Innovation Fund debido a limitaciones presupuestarias. Las «subastas como servicio» están abiertas a todos los Estados miembros, lo que les permite beneficiarse de la plataforma de subastas a escala de la UE y conceder financiación nacional a proyectos adicionales con un procedimiento simplificado.
Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva para la Transición Limpia, Justa y Competitiva: "la segunda subasta del Banco Europeo del Hidrógeno reafirma nuestro compromiso con la construcción de un mercado del hidrógeno renovable robusto en Europa, lo que es una de las claves para alcanzar la neutralidad de una manera eficiente en costes y competitiva. Estamos incrementando la independencia energética de la Unión Europea con impactos positivos tanto en seguridad como en empleo. La fuerte respuesta que ha recibido la subasta refleja con claridad la vitalidad y la confianza creciente en la emergente industria europea del hidrógeno renovable"
Próximos pasos
Los proyectos seleccionados serán ahora invitados a preparar su acuerdo de subvención con la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (Cinea). Se espera que los acuerdos se firmen en septiembre/octubre de 2025.
Los proyectos firmados deberán alcanzar el cierre financiero en un plazo máximo de dos años y medio tras la firma y empezar a producir hidrógeno renovable en un plazo de cinco años. Recibirán la prima fija durante un periodo de hasta diez años por la producción de hidrógeno renovable certificada y verificada. Como se anunció en el Acuerdo Industrial Limpio, está prevista una tercera subasta del Banco Europeo del Hidrógeno para finales de 2025, con un presupuesto de hasta 1 000 millones de euros.
La Comisión también pondrá en marcha próximamente el Mecanismo del Hidrógeno (Hydrogen Mechanism) en el marco del Banco Europeo del Hidrógeno. Esta plataforma en línea reunirá a compradores y vendedores y permitirá a los participantes en el mercado compartir información y encontrar posibles socios comerciales.
Antecedentes
Con un presupuesto total estimado de 40 000 millones de euros procedentes del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (EU Emissions Trading System) para el periodo 2020-2030, el Fondo de Innovación crea incentivos financieros para que empresas y autoridades públicas inviertan en tecnologías de vanguardia con balance cero y apoyen la transición de Europa hacia la neutralidad climática.
El Banco Europeo del Hidrógeno tiene por objetivo el impulsar la producción UE (pero también la importación) de hidrógeno renovable que se considere combustible renovable de origen no biológico (Renewable Fuel Non Biological Origin), lo que significa que se genera utilizando electricidad renovable y cumple los criterios de sostenibilidad de la UE.
El Banco apoya el objetivo de la UE de producir 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable nacional para 2030, tal como se establece en el plan REPowerEU. Su objetivo es desbloquear la inversión privada en la UE y en terceros países abordando los retos de inversión, colmando el déficit de financiación y conectando el futuro suministro de hidrógeno renovable a los consumidores.
En la primera subasta del Banco, lanzada en noviembre de 2023, tres de los siete proyectos europeos seleccionados fueron españoles, de los cuales finalmente dos obtuvieron más de un tercio de los 694 millones dispuestos al firmar los acuerdos de financiación.