Los esfuerzos comerciales de Siliken –informa la compañía– "están orientados al segmento residencial y superficies comerciales, donde se concentra más del 70% de las instalaciones realizadas y donde tanto el rendimiento como la calidad de los módulos son factores clave". No obstante –añade la empresa–, Siliken "también cubre posibles instalaciones en suelo, segmento que evoluciona a ritmos muy altos". Según Ugo Portillo, director de la zona Asia-Pacífico en Siliken, "la demanda fotovoltaica está aumentando rápidamente”, hasta el punto de que países como Japón y Australia alcanzan tasas de crecimiento cercanas al 100%.
Otro de los factores que arguye Portillo para justificar la apuesta de Siliken por el mercado asiático es "el alto precio de la electricidad minorista y el hecho de que en países como Australia y Japón prácticamente se ha alcanzado la paridad de red, lo que hace prever que el mercado fotovoltaico seguirá creciendo en detrimento de las fuentes de energía tradicionales”. Hasta ahora, Siliken ha realizado operaciones en Japón, Australia, Singapur, Malasia, Taiwan y Nepal a través de su propia red comercial o suministrando sus módulos solares fotovoltaicos a grandes corporaciones. Actualmente –declara Siliken–, en la zona Asia y Pacífico, "la cartera de operaciones que se está negociando alcanza los 30 MW". Siliken se define como una empresa que se dedica a "la promoción, mantenimiento y servicio postventa de instalaciones fotovoltaicas, pasando por la fabricación y distribución de módulos fotovoltaicos y componentes". La multinacional valenciana dispone de plantas de producción de módulos en España, México y Rumanía; y de una planta propia de purificación de silicio en España.