El vuelo fue calmado y silencioso, según explicó el piloto e impulsor -junto con Bernard Piccard- del prototipo, André Borschberg. La velocidad de vuelo varía de manera importante dependiendo de la dirección de los vientos. Inicialmente, el avión se benefició de vientos a favor, pero a media tarde volaba a unos 40 kilómetros por hora debido al viento de oeste, frente a una velocidad media de vuelo de 70 kilómetros por hora.
Solar Impulse vuela sin utilizar combustibles fósiles. Su tecnología le permite captar la luz solar a través de 12.000 células fotovoltaicas dispuestas a lo largo de sus alas y generar la electricidad suficiente para mover cuatro motores de una potencia de 10 caballos cada uno.
El pasado mes de julio, marcó un hito en la aviación solar al completar un vuelo de más de 26 horas continuas, tiempo durante el que se mantuvo en el aire gracias exclusivamente a la energía del sol que había captado de día y acumuló en unas baterías, batiendo así el récord de duración de vuelo de aparatos solares. Asimismo, superó las marcas de altitud absoluta (8.700 metros) y de ganancia de altitud (en 11 horas y 53 minutos ganó en altura hasta los 8.261 metros).
Solar Impulse tiene una envergadura de 63,4 metros (similar a un Airbus 340) y pesa 1.600 kilos (como un automóvil). Será exhibido en la capital belga del 23 al 29 de mayo.
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www.solarimpulse.com