Jan Skjoldhammer, creador de la central multitecnologías de Noviocean, explica que esta tiene el aspecto de una balsa rectangular y mide 38 metros de largo y cuatro de alto en tamaño real. En el mar, debe situarse al lado de las olas. Debajo de la central hay un cilindro con un vástago y un cable que está conectado al lecho marino. Además, hay cuatro anclas a los lados de la balsa para mantener la central en la posición correcta en la superficie.
En la parte superior hay instaladas seis turbinas eólicas orientadas verticalmente, que juntas suman una potencia de 300 kW, y paneles solares de 50-80 kW. Esto da un resultado total de, aproximadamente, 1 MW.
En la central undimotriz propiamente dicha, el agua se bombea en un flujo circular en el cilindro, que funciona según el principio de una vieja bomba de jardín. Cuando la balsa se eleva, el agua también se bombea hacia arriba y pasa a una turbina pelton de hasta 300 km/h y 800 litros por segundo. En el mismo eje está el generador que convierte la energía cinética en electricidad. En definitiva, los componentes de la central undimotriz se basan simplemente en una balsa, una bomba de jardín y una central hidroeléctrica invertida.
Skjoldhammer y su equipo evaluaron primero durante 24 meses esta tecnología en un banco de pruebas y desde hace un año la prueban en un entorno real a las afueras de Lidingö, en Estocolmo. La energía generada en la central undimotriz está llegando a las casas de la pequeña isla de Svanholmen.
La idea de NoviOcean es colocar varias de cestas centrales híbridas cerca de grandes turbinas eólicas marinas y transportar a tierra la electricidad producida en estos parques energéticos a través de un cable común, comartiendo también los costes del uso de la zona marítima, con el beneficio que supondría para ambos . “En un kilómetro cuadrado podemos instalar 15 centrales undimotrices como esta con una producción de 15 MW de electricidad”, dice Skjoldhammer.
“Complementándola con eólica marina, de 10 MW, podemos obtener hasta 25 MW”, añade. ”Al mismo tiempo, se utiliza menos superficie marina y el receptor puede obtener el doble de efecto”. Desde la compañía indican que también se consigue myoy uniformidad en la producción de energía porque las olas permanecen varios días después de que amaine el viento y aportan electricidad durante el tiempo en que los aerogeneradores no generan tanta.
El siguiente paso de la empresa sueca es poner en marcha un proyecto piloto a gran escala. Desde NoviOcean dicen que se ha puesto en contacto con varias grandes empresas del sector de la eólica marina para para ver si estarían interesadas en asociarse para construir una planta piloto en alta mar que incluya turbinas undimotrices, turbinas eólicas verticales y paneles solares. El proyecto se podría desarrollar en países con grandes costas continentales, de Norte o América del Sur, dice Jan Skjoldhammer
Hasta el momento, NoviOcean ha recibido unos 30 millones de coronas en subvenciones de la UE y Suecia a través, entre otros, de la Agencia de la Energía y Vinnova, y ha obtenido un préstamo verde de Almi. A ello se suma el millón de coronas del premio Startup4Climate.