AEE indica que, de acuerdo con los datos de la CNE, la prima unitaria por kWh (el incentivo que cobra el sector para reducir la dependencia energética y las emisiones contaminantes) ha pasado de 4,187 céntimos de euro por kWh en enero de 2012 a 3,88 céntimos de euro en enero de 2013, lo que supondría un 7,2% menos. Este dato ya incluye las medidas del Real Decreto-Ley 2/2013, que entró en vigor en febrero con efectos retroactivos, pero no el nuevo impuesto del 7% sobre la generación. Tras aplicar este gravamen, la reducción real del incentivo es del 21,4% (3,292 céntimos de euro por kWh).
Para el conjunto del sector eólico, los datos de la CNE –continua la patronal eólica– apuntan a un aumento del total de los incentivos del 62% (debido a que la producción eólica creció un 73% en enero como consecuencia de los fuertes vientos que han soplado sobre la Península, lo que la situó como la primera tecnología del sistema eléctrico). Pero, si se tiene en cuenta el impacto del impuesto del 7%, los incentivos de todos los parques eólicos subieron sólo el 37,9%, muy por debajo de lo que aumentó la generación.
La eólica generó el 57% de la electricidad del Régimen Especial (6,28 TWh) en el mes de enero y supuso el 34% de las primas reales, prosigue la patronal eólica. “Enero refleja que las medidas del Gobierno tienen un fuerte impacto en los ingresos de las empresas eólicas, como ya había advertido AEE. Estas medidas, que son retroactivas, vulneran los principios de rentabilidad razonable, seguridad jurídica y confianza legítima, por lo que ponen en jaque el futuro del secto”, concluye AEE, “por los que el Gobierno debería reconsiderarlas”.