Dos noticias: (1) Alemania no ha colocado los 670 megavatios de potencia eólica que subastaba (se ha quedado en 363); y (2) el precio medio del megavatio hora ha sido en este mes de octubre mayor (62,6 euros) que el registrado en la subasta del pasado mes de mayo (57,0). O sea, un 10% más caro. Las dos noticias las hizo públicas ayer la Red Federal de Agencias alemanas de Electricidad (BNetzA), que explicó además que más de 900 megavatios habían sido preaprobados para participar en la subasta.
La patronal eólica europea -WindEurope- difundió también ayer un comunicado en el que justifica la espantada del sector, que ha sido debida -asegura la asociación- a los cambios procedimentales que ha introducido la administración en el proceso de obtención de permisos, cambios que han ahuyentado a buena parte de los potenciales participantes, temerosos de que, en ausencia de todos los permisos necesarios, no pudieran ejecutar en tiempo y forma las obras (si eran adjudicatarios) y se viesen obligados encima a pagar las correspondientes penalizaciones.
WindEurope recuerda en su nota que el Gobierno alemán cambió el diseño de sus subastas de potencia eólica terrestre este año y denuncia que ese cambio se ha traducido en una demora de 400 días con respecto al anterior procedimiento: la obtención de permisos para ejecutar nuevos parques eólicos en Alemania llevaba, hace dos años, 300 días, mientras que ahora son necesarios más de 700 para obtener las mismas autorizaciones, según explican desde la asociación. WindEurope también alerta sobre el marco regulatorio regional: incluso cuando un promotor obtiene los permisos federales -apuntan desde la asociación-, "se encuentra expuesto a contenciosos legales a escala regional, poque los planes regionales de localización -que afectan a la ubicación concreta de los parques eólicos- no son tan robustos como debieran".
El presidente ejecutivo de WindEurope, Giles Dickson, considera que el hecho de que ahora la administración exija un permiso a los promotores que quieran participar en la subasta es positivo, pero critica el hecho de que la obtención de ese permiso sea tan complicada y alerta: si la administración alemana no corrige ese error y las administraciones regionales no mejoran sus respectivos procedimientos, Alemania corre el riesgo de enfrentarse a otras subastas en las que no se adjudique toda la potencia y/o en las que el precio del megavatio hora sea más elevado de lo que podría ser.
"Todo ello viene a añadirse -ha dicho Dickson- a la incertidumbre que ya afronta el sector en Alemania, donde la coalición gubernamental aún no ha definido los volúmenes de potencia que va a subastar en los próximos años. La industria eólica -avisa Dickson- ya está despidiendo gente en Alemania. El gobierno tiene que arreglar las cosas rápido"