Según cálculos aportados por PMV, el consumo de gasoil que se va a sustituir con biomasa es de 77.000 litros al año, con un rendimiento estimado del 60%. Con el uso de pelets, el combustible necesario para dar el mismo calor será de 110 toneladas anuales, para un rendimiento del 90%.
El secreto está en saber dimensionar la potencia
El precio considerado para el gasoil (valor promedio estimado y estabilizado para los próximos años) es de 0,68 €/litro, por lo que el coste total anual asciende a 52.360 euros. El precio de la biomasa puesta en las instalaciones de la comunidad de propietarios es de 140 €/Tm (transporte y descarga incluida), por lo que el desembolso anual ascenderá a 15.400 euros. Una simple resta confirma que el ahorro total cada año es de 36.960 euros.
Las calderas, totalmente automáticas, pertenecen a la marca Biocalora, distribuidas en España por Grupo Nova Energía. PMV es, a su vez, distribuidor oficial de este grupo en Extremadura y presta el servicio técnico autorizado. Esta empresa resalta que “uno de los aspectos más importantes de nuestra contribución ha sido la optimización de la potencia realmente necesaria de las calderas, ya que habitualmente se instala una superior a la realmente necesaria, lo que implica un importante sobrecoste (que en algunos casos llega a un 80%), además de que los equipos de biomasa funcionan peor si los ciclos de trabajo son cortos”.
Para el depósito del combustible se dispone de un silo de biomasa con una capacidad de 52 m3, lo que permite el almacenamiento de 32 toneladas de pelets, una autonomía de varios meses de funcionamiento y, al menos, un mes en temporada de calefacción, según PMV. El suministro ha sido contratado a la empresa Biomex, que realiza las cargas mediante cisternas neumáticas. La empresa instaladora es Instalaciones Gonzalo García Baratas y para la puesta en marcha y montaje eléctrico se ha contado con Eco Ferré/Felipo.
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