La Xunta de Galicia, a través de la empresa pública Sogama, ha adjudicado la obra de ejecución y puesta en marcha de una planta de biorresiduos en el municipio de Vilanova de Arousa (Pontevedra) a la UTE (Unión Temporal de Empresas) 1) Cespa Compañía Española de Servicios Públicos Auxiliares, SA; 2) Arias Infraestruturas, SA; 3) Petrolam Infraestruturas, SL; 4) Prace, Servicios y Obras, SA; por un importe de 15.109.215 euros (IVA incluido). La instalación de Vilanova está ubicada en el polígono industrial de Baión, donde Sogama ha adquirido siete solares que suman una superficie de 20.000 metros cuadrados y para los que ha realizado un desembolso de 1,5 millones de euros.
Desde la Xunta se informa de que dará servicio a 26 municipios con 326.846 habitantes, tendrá capacidad para tratar hasta 15.000 toneladas anuales de materia orgánica y otras 7.000 de residuos de poda y madera, y producirá alrededor de 6.000 toneladas al año de compost, que se destinarán a la agricultura. sector como fertilizante natural, en sustitución de los fertilizantes artificiales. Además, la planta integrará todo el proceso de compostaje de los residuos recibidos, que se llevará a cabo en depósitos cerrados, incluyendo todas las fases -tratamiento, fermentación, maduración y almacenamiento-, así como los correspondientes tratamientos de aire y agua, aprovechando todo momento de las últimas tecnologías disponibles, tanto para el procesamiento como para el control de olores y ruidos. La operación industrial será alimentada con energía renovable a través de paneles solares, principalmente.
La previsión es que las instalaciones integradas en esta red, a la que se destina una inversión global de 38,6 millones de euros, entren en funcionamiento a finales de este año, dando lugar, junto con otras plantas de compostaje públicas y privadas, a la recogida selectiva de Los residuos orgánicos son una realidad en Galicia y se avanza en el cumplimiento de los objetivos europeos de reciclaje para 2025. Así, la planta de Vilanova, junto a la de Cervo (Lugo), Verín (Ourense) y Cerceda (A Coruña) —esta última ya en funcionamiento— contará con el apoyo de 13 plantas de transferencia a las que se dotará de una tolva específica para el transferencia de materia orgánica. Habrá un total de 17 instalaciones que cubrirán prácticamente todo el territorio gallego, permitiendo a los municipios disponer de una planta de biorresiduos o trasvase a menos de 50 km.
Funcionamiento de Somaga
Esta instalación se integrará a la red de infraestructura diseñada por la Xunta para asegurar que la mayoría de los municipios afiliados a Sogama puedan acceder a la valorización de materia orgánica a través de su conversión en compost. Para ello y de acuerdo con la normativa vigente, están obligados a implementar, antes del 31 de diciembre de 2023, la recogida diferenciada de materia orgánica a través del contenedor marrón. Si bien se trata de una competencia municipal, la Xunta dotará a las entidades locales de los medios necesarios para que cumplan con la legislación vigente en materia de residuos.
Esta acción está cofinanciada por los Fondos FEDER como parte de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia del covid-19, dado que tiene un impacto en la protección del medio ambiente y, en consecuencia, en una mejor calidad de vida.