Las estimaciones de Ecologistas en Acción incluyen las emisiones derivadas del cambio indirecto del uso de la tierra (CIUT). Por el contrario, los datos que aporta la CNMC, sin incluir el CIUT, hablan de una reducción del 57 por ciento con respecto al diésel fósil “calculada a partir de los datos de emisiones reportados por las compañías a través del Sistema de Información para la Certificación de Biocarburantes (Sicbios)”.
Ecologistas en Acción tiene en cuenta el modelo Globiom, que al contabilizar el CIUT hace que las emisiones del biodiésel, y muy especialmente el procedente de aceite de palma, se disparen. “Recurriendo para su estimación al modelo Globiom y sumándolas a las emisiones directas, el mercado español de agrocombustibles generó 2,35 veces las atribuibles a los combustibles fósiles a los que sustituyen, como consecuencia de su elevada dependencia del agrodiésel de palma y del consumo decreciente de agroetanol”, señalan los ecologistas.
0,05 por ciento de aceites vegetales usados
España, a pesar incluso de haber repuntado en el cultivo de colza (información de EFEAgro), no utiliza ninguna hectárea de cultivos energéticos propios para producir biodiésel. El aceite de palma procede de Indonesia (58 por ciento) y Malasia (14,5 por ciento); la colza de Alemania (4,6 por ciento) y Ucrania (cuatro por ciento) y la soja de Brasil (5,7 por ciento). Solo el uno por ciento es de procedencia española, que se corresponde esencialmente con las grasas animales (0,73 por ciento) y el aceite de cocina usado (0,05 por ciento).
Llama especialmente la atención la bajada de esta última materia prima, que en 2015 llegó al doce por ciento. Según la industria del sector, ni las cifras eran tan altas el pasado año ni en el presente serán tan bajas, y añaden que es posible que la producción se derive hacia otros países donde existe el doble cómputo para biocarburantes con residuos en la incorporación en el transporte. Lo cierto es que en nuestro país se potencia cada vez más la recogida de aceites usados de cocina para su posterior conversión en biodiésel
Hidrobiodiésel de palma de Indonesia y etanol de maíz de Rumanía
Hay que recordar también que, con respecto a estas primeras estimaciones, la CNMC suele posteriormente corregirlas. Por ejemplo, el año pasado otorgó en un principio una cuota de origen del 16,3 por ciento a los aceites vegetales usados; e incluso un 54,4 por ciento al aceite de palma, cuando al final quedó en un 65,4.
En cuanto al resto de biocarburantes, el hidrobiodiésel se fabrica casi al cien por cien (98,5) con aceite de palma importada. El etanol sí se fabrica en mayor medida (trece por ciento) con materias primas españolas, aunque en menos porcentaje que en 2014 (16,2 por ciento) y manteniendo el peso principal con el maíz de Ucrania (23 por ciento) y de Rumania, país que dobla la aportación del año pasado y llega al 33 por ciento.
