El profesor Joan de Pablo Ribas, del departamento de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Cataluña, es el coordinador de este proyecto, también conocido como Life ECorkWaste. Participan asimismo en esta iniciativa el Institut Català del Suro, el Centre Tecnològic de Manresa Eurecat-CTM (miembro de la red Tecnio), la empresa Typsa (Técnica y Proyectos SA) y el Clúster Vitivinícola Catalán Innovi. Según se explica en una nota de prensa que ha distribuido hoy la agencia Comunicae, la UPC ensayará dos sistemas de reutilización: por un lado, se pondrá en funcionamiento un humedal híbrido artificial en la planta de Codorniu de Sant Sadurní d’Anoia, donde se utilizarán los residuos de corcho como material granular absorbente para el tratamiento de las aguas residuales del sector vinícola. Por otro, está prevista la construcción de un centro piloto de gasificación, en el CTM de Manresa, para evaluar el potencial de los tapones de corcho usados como sustratos para la producción de energía. "Los resultados de los ensayos permitirán -informa Comunicae- elaborar un plan integral de gestión de residuos para la industria del corcho".
Objetivos
El proyecto cuenta con financiación procedente de la Unión Europea, a través del programa Life (1.087.756 euros), tiene una duración de tres años y se prevé finalice a finales de 2018 (el presupuesto total de Life ECorkWaste asciende a 1.903.898 euros). Según la agencia Comunicae, se estima que durante la fase experimental del mismo se consiga reutilizar el 95% de los residuos de corcho y que se reduzcan el 90% de compuestos orgánicos recalcitrantes (polifenoles) de las aguas residuales de las bodegas, gracias a la absorción hecha por los humedales. Asimismo, se prevé una generación de más de dos kilovatios hora de energía térmica por cada kilogramo de desechos de corcho en los sistemas de gasificación.