Los trabajos están dentro del proyecto europeo Sustoil, que fomenta el desarrollo de biorrefinerías con sistemas avanzados que aprovechen diferentes tipos de aceites. Entre los logros obtenidos por la institución cordobesa hasta el momento destaca la puesta a punto de una tecnología que emplea lipasas pancreáticas del cerdo (enzimas) que permiten producir biodiésel a partir de aceites y etanol, ambos de origen agrícola. En dicho proceso se consigue que incorpore la glicerina, procedente de la degradación digestiva de los lípidos.
Los investigadores andaluces ya han diseñado y construido una planta piloto para la producción de este combustible a partir de aceites usados y residuos de grasa animal. Producirá unos 6.000 litros diarios. “Tan sólo faltan algunos trámites para ponerla en marcha”, asegura el responsable del equipo de la UCO, Diego Luna.
Más información:
www.andaluciainvestiga.com
www.sustoil.org