Según David Manso, director técnico de SumSol, “actualmente los fabricantes se decantan por dar respuesta a las necesidades de las grandes plantas fotovoltaicas en las que lo más conveniente son módulos de mayor potencia”. Sin embargo, ésta no es la solución más óptima para los proyectos de autoconsumo residencial que, por un lado, demandan de una menor potencia y que, por otro, no suelen contar con los mismos espacios para su instalación. A esto se suma que los inversores de residencial no están pensados ni diseñados para gestionar la intensidad que son capaces de producir estos paneles de gran tamaño.
¿Cuál es el módulo óptimo para autoconsumo residencial?
En este contexto, la búsqueda de una mayor eficiencia, aunque sea unas décimas, se ha traducido en la fabricación de células de mayor tamaño, más potentes, mayor número de células y, en consecuencia, la producción de paneles con mayor superficie. Sin embargo, “la solución óptima para residencial son los paneles de 400 a 500 Wp”, apunta Manso.
“Si bien es cierto que los módulos de 400-450 Wp, por su tamaño, son los que más facilitan la instalación, son los de 495-500 Wp los que ofrecen en estos momentos una mejor relación versatilidad–precio, ya que pueden usarse tanto en instalaciones para residencial como en proyectos del sector comercial e industrial (C&I) sin tener que renunciar a potencia ni a facilidad de manipulación”, añade el director técnico de SumSol.
En el webinar organizado por SumSol participaron expertos de JA Solar y Van der Valk Solar Systems.