Teresa Ribera ha cumplido su deseo después de un año y medio de duras negociaciones. La reforma del diseño del mercado eléctrico de la Unión Europea conseguía este martes la aprobación de todos los Estados miembro, salvo Hungría. Un acuerdo que permite que la Presidencia del Consejo -en este caso España- inicie este jueves las negociaciones con el Parlamento Europeo para alcanzar un texto definitivo. Los cuatro ejes del documento son: 1) hacer que los precios de la electricidad dependan menos de los precios de los combustibles fósiles y crear un colchón entre los mercados y las facturas de electricidad, 2) proteger a los consumidores de las subidas bruscas de precios, 3) acelerar el despliegue de energías renovables y 4) mejorar la protección de los consumidores.
Pero, ¿cuál es la letra pequeña del acuerdo?
Contratos de compraventa de energía (PPA)
Según recoge la propia Comisión Europea, la reforma busca estabilizar los mercados de la electricidad a largo plazo (PPA) impulsando el mercado de contratos de compraventa de energía. Estos contratos a largo plazo son contratos de compra de electricidad firmados entre el productor de electricidad y el consumidor a un precio determinado y fijo. Con la reforma, los Estados miembros tendrán que fomentar la celebración de contratos de compraventa de energía, eliminando los obstáculos injustificados y los cargos o procedimientos desproporcionados o discriminatorios, así como fomentar sistemas de garantía respaldados por el Estado a precios de mercado, garantías privadas e instrumentos o estructuras que agrupen la demanda de contratos de contratos de compraventa de energía.
Contratos bidireccionales por diferencia (CfD)
La reforma también establece que los contratos bidireccionales por diferencia sean el modelo de uso obligatorio en nuevas instalaciones de generación de electricidad que utilicen energía eólica, energía solar, energía geotérmica, energía hidroeléctrica sin embalse y energía nuclear. Los CfD permiten al generador cobrar una cantidad fija; si el mercado está más caro, el productor reembolsa la diferencia del importe y se obtiene un beneficio para el sistema eléctrico; mientras que si el mercado está más barato, el Estado complementa el precio cerrado y se le abona la diferencia al generador.
Las normas para los contratos bidireccionales por diferencia solo se aplicarían tras un periodo transitorio de tres años (cinco años para los proyectos de activos marinos híbridos extraterritoriales conectados a dos o más zonas de oferta) tras la entrada en vigor del Reglamento, a fin de mantener la seguridad jurídica de los proyectos en curso. Los ingresos generados por el Estado a través de los contratos bidireccionales por diferencia se redistribuirán entre los clientes finales y también podrán utilizarse para financiar los costes de los sistemas de ayudas directas a los precios o las inversiones para reducir los costes de la electricidad para los clientes finales.
Tanto los CfD como los PPA -informa el Miteco- reflejarán el coste real de la electricidad y bajarán y estabilizarán los precios para los consumidores. También garantizarán los ingresos a los generadores de energía y el desarrollo del almacenamiento.
Mecanismos de capacidad
El texto suprime el carácter temporal de los mecanismos de capacidad e introduce una excepción a los requisitos existentes en relación con los límites de emisiones de CO2 para que los generadores reciban apoyo de los mecanismos de capacidad, en condiciones estrictas y hasta el 31 de diciembre de 2028. Los procedimientos de aprobación de los mecanismos de capacidad se simplificarán con cambios centrados en la racionalización del procedimiento en el marco actual del mecanismo de capacidad. Los mecanismos de capacidad son medidas de apoyo que los Estados miembros pueden introducir para remunerar a las centrales eléctricas con el fin de garantizar la seguridad del suministro de electricidad a medio y largo plazo.
Protección de los consumidores
Los consumidores podrán elegir el suministrador y podrán acceder a tarifas dinámicas de la electricidad y a contratos de duración determinada y a precios fijos, a menos que los suministradores no ofrezcan contratos fijos y siempre que esto no reduzca la disponibilidad global de contratos fijos. Es decir, dispondrán de más opciones al firmar un contrato de electricidad. Por su parte, los clientes vulnerables estarán más protegidos frente a las desconexiones mediante el establecimiento de sistemas de «proveedor de último recurso» para garantizar la continuidad del suministro al menos a los clientes domésticos, cuando todavía no existan tales sistemas. Los gobiernos garantizarán que haya suficientes proveedores de último recurso, de modo que ningún consumidor se quede sin electricidad. Además, los gobiernos pueden regular mejor los precios al por menor para hogares y pymes.
"Autoconsumo compartido"
Los clientes tendrán derecho a sistemas de uso compartido de la energía (uso, uso compartido y almacenamiento de energía autogenerada) y todos los derechos de los consumidores se extenderán a los clientes finales que participen en sistemas de uso compartido de la energía. El acceso a las energías renovables será más sencillo gracias al comercio de electricidad generada a partir de fuentes de energía renovables a escala local (por ejemplo, la energía procedente de paneles solares puede venderse a los vecinos).
Precios durante una crisis
El nuevo texto modifica las condiciones para declarar una crisis de los precios de la electricidad, de modo que pueda declararse una crisis cuando se espere que los precios medios de la electricidad al por mayor sean muy elevados durante al menos seis meses, y cuando se espere que los fuertes aumentos de los precios de la electricidad al por menor se mantengan durante al menos tres meses.
Regular el precio
Los Estados miembros pueden aplicar precios regulados a los hogares en situación de pobreza energética y vulnerables y, como medida de transición, a los hogares y las microempresas, con independencia de que se produzca o no una crisis de precios de la electricidad. La reforma añade la posibilidad de optar temporalmente por la aplicación de precios regulados, incluso inferiores al coste, a las pymes en tiempos de crisis. Además, los Estados miembros podrán aplicar un tope a los ingresos excesivos de mercado procedentes de la electricidad de productores con costes marginales más bajos, como las energías renovables, la energía nuclear y el lignito («productores inframarginales») hasta el 30 de junio de 2024, en las mismas condiciones que la medida de emergencia relativa a los ingresos inframarginales adoptada el 6 de octubre de 2022.
¿Cómo se llegó al acuerdo?
A primera hora de la mañana del martes, Ribera y su equipo llegaba a Luxemburgo: "soy optimista. Si hace falta nos quedamos a cenar y a dormir aquí, pero no contemplo la posibilidad de no llegar a un acuerdo", decía la ministra y negociadora de la reforma. Y parecía que los presagios podrían ser realidad porque a medio día las negociaciones estaban encalladas después de escuchar y debatir durante toda la mañana. En ese momento, Ribera convoca rondas bilaterales con los países que presentan mayor oposición al texto en cuanto a los contratos por diferencias. Primero Alemania, con su ministro Robert Habeck frente a frente con la española, y después, lo mismo, con Francia y su ministra Agnès Pannier-Runacher. Después llega el turno con Italia y con el resto de países, antes de retomar la sesión del Consejo europeo de Energía.
Teresa Ribera anuncia que hay un nuevo texto "capaz de resolver todas las inquietudes que le han transmitido" (se ha redactado hasta en ocho ocasiones). Después de largos minutos en una "carrera exprés" del equipo que acompañaba a Ribera para rematar el texto, los ministros de energía -alrededor de las seis de la tarde- aprueban el texto con el único voto en contra de Hungría. "Lo damos por adoptado y me vais a permitir que os agradezca y os aplauda a todos. Creo que ha sido una buena experiencia de cómo somos capaces de superar, de sumar y de seguir trabajando juntos por una Europa mejor. Ya tenemos acuerdo. Es una gran noticia, algo que nos parecía imposible hace muy poco tiempo", decía Teresa Ribera visiblemente emocionada.
