Científicos del Centro de Investigación de Nanopartículas del Instituto de Ciencias Básicas (IBS) de Corea del Sur han anunciado el desarrollo de un fotocatalizador para producir hidrógeno, basado en la luz solar, y que ha superado del reto de mantener la estabilidad bajo la luz intensa y el estrés químico.
Para superar estas limitaciones, el equipo recurrió a una estrategia que estabiliza el catalizador dentro de una red de polímeros y sitúa el lugar de reacción en la interfaz entre el aire y el agua. Esta configuración permite al sistema evitar problemas habituales, como la mala separación de gases y la reacción inversa.
El sistema descompone plásticos como el PET en subproductos útiles como el etilenglicol y el ácido tereftálico, al tiempo que libera hidrógeno limpio en el aire.
“La clave era diseñar una estructura que funcionara en condiciones prácticas al aire libre”, explica Lee Wanghee, investigador postdoctoral del MIT y coautor del estudio. “Cada detalle, desde el diseño del material hasta la interfaz agua-aire, tenía que optimizarse para su uso en la vida real”, añade.
En las pruebas realizadas con un dispositivo de un metro cuadrado colocado al aire libre bajo la luz solar natural, el sistema produjo con éxito hidrógeno a partir de residuos de botellas de PET disueltos. Los investigadores comprobaron, ademas, que este sistema se mantuvo estable durante más de dos meses, incluso en condiciones altamente alcalinas. Y funciona en diferentes entornos acuáticos del mundo real, como el agua de mar y el agua del grifo.
De acuerdo con el equipo investigador, la tecnología puede ampliarse a 10 o incluso 100 metros cuadrados, ofreciendo una nueva vía hacia la producción de hidrógeno rentable y sin emisiones de carbono, logrando, ademas, que los residuos plásticos se conviertan en una valiosa fuente de energía.