Mayor vida útil, más energía producida
Para que los paneles solares sean duraderos y resistentes, deben construirse con materiales de alta calidad que sean menos propensos a la degradación, puedan adaptarse mejor a las distintas condiciones ambientales y generen la máxima energía solar sin dejar de ser fáciles de instalar.
Los módulos de doble vidrio son extremadamente fiables y duraderos y tienen una vida útil más larga que los módulos solares convencionales con láminas de plástico en su cara trasera. Esto es gracias a la capa de vidrio adicional que protege los componentes sensibles ante factores ambientales como la humedad, el polvo y sustancias químicas. La inserción de la célula entre dos láminas de vidrio de igual espesor reduce la tensión mecánica sobre éstas.
En el gráfico se puede ver la estructura de doble vidrio del módulo Vertex S+ de Trina Solar, que sustituye la lámina posterior de plástico por una segunda capa de vidrio.
Los módulos de doble vidrio tienen un marco de aluminio que protege y soporta el vidrio, cuyo grosor es de sólo unos milímetros para mantener un peso bajo. La resiliencia es una ventaja clave de las estructuras de doble vidrio. Implica que los paneles son menos susceptibles a la degradación, lo que aumenta el rendimiento energético a lo largo de su vida útil y requiere menos mantenimiento a lo largo de los años.
Esta longevidad también se ve reflejada en las garantías ofrecidas por los fabricantes. Por ejemplo, a menudo se ofrecen periodos de garantía de 30 años, frente a garantías más cortas para los módulos con una lámina de plástico.
Peso ligero, similar al de los módulos con láminas de plástico
Los módulos de doble vidrio son muy versátiles y pueden utilizarse para maximizar el espacio y la generación de energía en diversos entornos. Esto es especialmente importante en cualquier tipo de tejado en el que haya poco espacio, la producción energética deba optimizarse y los paneles pesen lo menos posible. La reducción de peso es una de las razones clave por las cuales los módulos de vidrio son ahora tan fáciles de instalar y pueden ser manipulados correctamente en los tejados. Esto es imprescindible para los instaladores que trabajan en tejados ya sean planos e inclinados, ya que tienen que sortear la altura y los ángulos para instalar los paneles de forma segura y adecuada.
Los módulos de doble vidrio para tejado más innovadores pesan solamente 21kg, es decir, son tan ligeros como los módulos con lámina de plástico en su cara trasera. Esto se debe a los recientes avances tecnológicos en la producción de vidrio, que han permitido a los fabricantes producir capas de vidrio tan finas que el peso total se reduce considerablemente. Ahora mismo no hay prácticamente diferencia entre el peso de un módulo de doble vidrio y uno con lámina de plástico en la cara trasera.
Variedad de aplicaciones
Los módulos de doble vidrio también están diseñados para asegurar su compatibilidad con otros componentes fotovoltaicos, como los sistemas de montaje más habituales y los inversores, siendo así una buena opción para los instaladores.
Además, ahora existen en el mercado opciones de módulos de doble vidrio transparentes. Este concepto es relativamente nuevo, y mejora la calidad y el aspecto del montaje en el tejado, ya que su cara trasera transparente permite una mayor integración visual.
Gracias a sus células bifaciales, la parte trasera de los módulos transparentes de doble vidrio puede absorber la radiación solar de su entorno, lo cual contribuye a una mayor capacidad de generación de energía. Se trata de una ventaja significativa, sobre todo para los sistemas de cubierta plana en los que los módulos están elevados y su cara trasera queda descubierta cuando se combina con una cubierta reflectante, ya que se puede generar una gran cantidad de energía adicional convirtiendo a los módulos de doble vidrio en una opción muy rentable a la hora de la instalación.
La sostenibilidad es clave
Los paneles solares ya no se limitan a aprovechar la energía de forma sostenible. Ahora hay que tener en cuenta el impacto ambiental de todo el ciclo de vida del módulo, que a menudo es fundamental en el proceso de toma de decisiones a la hora de elegir qué módulos comprar e instalar.
Los fabricantes están dando ejemplo durante el proceso de producción con ideas innovadoras, por ejemplo, utilizando energías renovables para producir módulos. Hoy en día, un módulo fotovoltaico tarda unos dos años en recuperar la energía utilizada para ser fabricado. Los módulos de doble vidrio tienen un ciclo de vida de más de 25 o incluso 30 años, lo que garantiza que la energía invertida se amortizará sobradamente.
En comparación con los módulos con lámina posterior de plástico, los módulos de doble vidrio tienen una menor huella de carbono global, ya que remplazar la lámina posterior de plástico por una de vidrio implica que los paneles contengan menos plásticos. Al final de su ciclo de vida, los módulos también pueden ser separados con facilidad en el proceso de reciclaje en comparación con los módulos con lámina de plástico, porque el vidrio duro puede separarse del material integrado y reutilizarse.
Invertir en paneles solares es el futuro del suministro energético, por lo que es esencial que los módulos sean lo más eficientes posible, requiriendo a la vez un mantenimiento mínimo a lo largo de los años. Los módulos de doble vidrio desempeñarán un papel importante en la evolución de la tecnología fotovoltaica, especialmente en los proyectos residenciales, garantizando la resistencia, la fiabilidad y el máximo rendimiento energético en las próximas décadas.
