Los incentivos incluirán desgravaciones fiscales en los impuestos aplicables a los operadores de parques eólicos durante diez años, aunque el gobierno indio aún no ha especificado las cifras. Además, se promete acelerar la depreciación del capital invertido y extender los créditos blandos a los promotores eólicos ofrecidos por la Agencia India de Desarrollo de las Energías Renovables.
Además, el gobierno afirma estar trabajando en reducciones de los impuestos de importación para equipos y componentes eólicos y también promete iniciar un programa de identificación de recurso a lo largo y ancho del subcontinente.
Estas medidas vendrán a rescatar el mercado indio de una posible desaceleración debido a la inflación que afecta a determinadas materias, sobre todo el acero. Así mismo, pretenden regular la creciente competencia para adquirir los derechos de desarrollar los proyectos y el creciente número de disputas sobre la competencia de concederlos.
En 2007, el sector indio instaló 1.574 MW, 74 MW más de su objetivo para el año. Asimismo, se trata de la primera vez en un lustro que no supera con al menos un 30% de holgura su meta anual. Para 2008, el gobierno ha establecido un objetivo de instalar 2.000 MW.
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