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Entrevista a Juan Virgilio Márquez, director general de la AEE

Los 3.000 megavatios de eólica flotante que fija el Gobierno como Objetivo 2030 ocuparían solo un 0,08% de las demarcaciones marinas

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El director general de la Asociación Empresarial Eólica, Juan Virgilio Márquez, lo tiene claro: "tenemos una hoja de ruta de país que dice que podemos instalar 3.000 MW de eólica flotante de aquí a 2030 (...); tenemos un sector de innovación líder a nivel mundial; y somos los primeros desarrolladores de prototipos de eólica marina flotante del mundo". Ahora lo que hace falta -concluye Márquez- es "un mínimo mercado local, que se aprueben los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, una regulación actualizada y una subasta" y prácticamente todo eso se puede hacer antes de "finales de este año o principios del que viene". Ah, y "no se va a poner un parque eólico marino -adelanta- donde no sea integrable con el medio ambiente, integrable y con la certeza de que pueda coexistir con las actividades socioeconómicas de la zona". En fin, una entrevista sin desperdicio.
Los 3.000 megavatios de eólica flotante que fija el Gobierno como Objetivo 2030 ocuparían solo un 0,08% de las demarcaciones marinas

La eólica ha generado en 2021 más electricidad que ninguna otra tecnología. Según Red Eléctrica de España, hasta el 23,3% del total de la generación ha llevado el sello del viento: 60.485 gigavatios hora. Nunca antes produjo el parque eólico nacional tanta electricidad en doce meses. Cerramos 2020 con 27.485 megavatios de potencia instalada y hemos cerrado 2021 con 28.175 (dato REE) ó con 28.196 (dato WindEurope). En todo caso, alrededor de (o apenas) 800 megavatios de nueva potencia (842,6, según la Asociación Empresarial Eólica). De todos esos números y de todo lo que está por venir -los retos a los que se enfrenta ahora mismo el sector- hemos hablado con el director general de la AEE, Juan Virgilio Márquez. Dice así.

El sector está preocupado por el atasco administrativo. Muchos proyectos y pocas ventanillas para atender toda esa demanda (o, para ser más precisos, pocos recursos humanos -ese es el problema- tras esas ventanillas). ¿Cuál es la solución? ¿O qué propone AEE?
La solución pasa evidentemente por racionalizar procesos, simplificar, acelerar las tramitaciones y dotar de recursos humanos a las administraciones. Estamos en una tesitura en la que, hoy más que nunca, es necesario acelerar el desarrollo de las energías renovables en Europa y en España. Y la eólica, a día de hoy, no está yendo al ritmo necesario para cumplir el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030. Megavatio eólico que no se ponga en funcionamiento es oportunidad que se pierde para bajar el precio de la electricidad, para tener una seguridad energética que nos aísle de situaciones geopolíticas extranjeras, etcétera, etc. Así que la solución pasa, como decía al principio, por simplificar, acelerar las tramitaciones y dotar de recursos humanos.

España ha añadido a su parque eólico nacional en 2021 poco más de 800 megavatios de nueva potencia. AEE estima sin embargo que, si queremos cumplir con el Objetivo Eólico 2030 (50.000 megavatios, MW), tendríamos que estar instalando 2.200 megas cada año. ¿Es así?
Sí, 2.200 MW de media. Las dos subastas que se celebraron el año pasado adjudicaron un total de 3.256 MW de potencia eólica, megavatios que tienen que estar instalados en 2024. Eso quiere decir que ese año habrá un pico de instalación. Lo instalado en 2021 puede corresponderse con la potencia que quedaba por instalar de la adjudicada en las subastas de 2016 y 2017 y con una serie de proyectos merchant. Pero, vuelvo al principio: debemos coger ya el ritmo necesario para instalar anualmente 2,2 gigavatios [GW]. Y para eso necesitamos llevar un ritmo de tramitación administrativa que no se está cumpliendo. Ahora mismo solo el trámite de la Declaración de Impacto Ambiental está en 1,5 gigas. 1,5 gigavatios de tramitaciones ambientales anuales de media. Y a ese ritmo evidentemente no podemos instalar 2,2 al año.

O sea, que, en 2021 no hemos alcanzado los 2,2 ni de lejos; y en 2022 tampoco parece probable...
(Breve silencio)... Nosotros lo que sabemos es que tenemos una cadena de valor perfectamente engrasada; y estimamos que hay casi 5 GW pendientes del trámite ambiental. Y el problema es que el atasco administrativo tiene varias consecuencias. Implica un impacto directo en la cadena de suministro. Porque si tú no tienes un ritmo habitual, constante, anual, de instalación de megavatios, los encargos a las fábricas no se hacen anuales. Y si los encargos a las fábricas no se hacen anuales, sino que hay picos y valles, la tensión se traslada al industrial, porque tiene que absorber durante un tiempo una carencia de encargos, y luego tiene que ser capaz de suministrar mucha máquina en muy poco tiempo.

La capacidad de fabricación industrial del sector en España supera los 4 GW. Al año. Si de algún modo garantizamos 2,2, todavía nos quedan 1,8 para la exportación. Todo esto hay que tenerlo en consideración. Nosotros estamos preparados. Por capacidad industrial, por proyectos en tramitación (hay proyectos de sobra), por capacidad de financiación y por conocimiento. Lo que necesitamos es que esa tramitación se acelere. Lo está diciendo la Comisión Europea. El permitting en Europa es el mayor reto que tenemos para el cumplimiento de los planes nacionales. Y, hoy en día, con la coyuntura en la que estamos, sin ninguna duda, es la prioridad número uno. Y es una prioridad, también, si queremos tener una cadena de valor y de suministro en Europa, si queremos que esa cadena tenga una confortabilidad mínima para poder seguir fabricando aquí.

Supongo que otro motivo de preocupación para el sector es la cierta oposición al despliegue de nueva potencia eólica que ha empezado a surgir en determinados territorios, o en determinados colectivos, que se sienten amenazados por lo que consideran una avalancha de proyectos eólicos. ¿Cómo ve este asunto la AEE?
Evidentemente somos sensibles, ¿cómo no lo vamos a ser? Acabamos de lanzar una iniciativa -Vientos de Futuro-, que es una plataforma que estamos impulsando junto a varias entidades sociales y que pretende convertirse en un punto de encuentro de todas esas sensibilidades, la social, económica, energética, ambiental, territorial. Eso, para empezar. Pero es que en todo caso no se va a hacer un desarrollo eólico que no sea respetuoso con el medio ambiente. Porque no va a ser posible. No se van a poner parques eólicos donde no se pueden poner. Esos miedos se pueden entender desde el punto de vista de que ha habido un relanzamiento, una avalancha de tramitación de proyectos... Pero no todos los proyectos se van a ejecutar. Hay proyectos que no van a pasar el trámite ambiental. Y hay que confiar en la administración pública, como garante de que no se va a poner un parque eólico donde no se pueda poner. Cada proyecto requiere un estudio de impacto ambiental tremendamente severo. El técnico de la administración pública, sea de la comunidad autónoma, sea del ministerio, está responsabilizándose de que no pase ni una.

¿Qué le hace falta a la eólica marina española para despegar?
Tenemos una hoja de ruta de país que dice que podemos instalar 3.000 MW de eólica flotante de aquí a 2030. Tenemos un sector totalmente alineado que fabrica desde hace muchos años componentes para los parques eólicos marinos que se están instalando fuera de España. Tenemos un sector de innovación líder a nivel mundial: somos los primeros desarrolladores de prototipos de eólica marina flotante del mundo. Y lo que necesitamos es un mínimo mercado local que nos ayude a terminar de fijar, y a hacer crecer, esta cadena de valor que ya tenemos, para consolidar en España un hub industrial de eólica marina flotante.

¿Y qué necesitamos para todo eso?
Pues, como siempre, una regulación actualizada, necesitamos una certeza total de los instrumentos y la regulación que se va a utilizar para la tramitación de esos parques; necesitamos una ordenación del espacio marítimo aprobada, de tal forma que tengamos certeza total de cuáles van a ser las zonas en las que se pueda desarrollar el eólico marino; y necesitamos un diseño de subasta, y una convocatoria de esa subasta. Es decir, que hay una necesidad de actualización.

¿Y cómo vamos de tiempo?
Pues tenemos un reto... porque hay países que ya nos han adelantado, en los que ya hay convocatoria de subastas, y ya hay desarrollos portuarios con planificaciones perfectamente orientadas a ocupar cadena de valor y hueco en lo que es la construcción, montaje y logística de los parques eólicos flotantes... Tenemos que acelerar.

Volvamos a lo social. Han surgido también voces -en Cataluña, Galicia, Asturias- que muestran su preocupación por los futuribles impactos del desarrollo eólico marino frente a sus costas...
No se va a poner un parque eólico marino donde no sea integrable con el medio ambiente, integrable y con la certeza de que pueda coexistir con las actividades socioeconómicas de la zona... Si es que estamos al principio del proceso. Si es que no tenemos aprobado ni el espacio. La Administración está en ello, está trabajando ahora mismo en la ordenación del espacio marítimo, que aún no está aprobada. Y ahí se reservarán, sí, espacios para la eólica. Y esa reserva estará realizada a partir de unos criterios de coexistencia que priorizarán aquellas actividades que se consideran más importantes en cada sitio. Insisto: estamos al principio del proceso. Puede que proyectos de parques que llevan apareciendo en medios de comunicación casi un año estén fuera de las zonas que finalmente se aprueben en abril en los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo [POEMs]. Y si están fuera... pues esos parques no podrán ser. Si es que además estamos hablando de 3.000 MW como máximo en 2030.

¿Y eso es mucho o poco?
Tres mil megavatios, y dado el tamaño de las máquinas que se instalarán (máquinas de 15 MW)... Pues en realidad estamos hablando de catorce, quince parques, con diecisiete máquinas cada uno. Una quincena de parques a lo largo de 7.000 kilómetros de costa. Es que estamos hablando de un parque cada 600 kilómetros. En el borrador de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo que salió a consulta pública hace unos meses, de las zonas eólicas que estaban más o menos reservadas "para uso prioritario" de la eólica o como zonas "de interés estratégico" para la eólica... los 3.000 MW que hay que plantear de aquí a 2030 solo ocuparían un 12%. Un doce por ciento de las zonas que están en los POEMs reservadas para la eólica. Pero es que si te vas a las demarcaciones marinas, a todo lo que es la demarcación marina [todo lo que serían aguas territoriales españolas], si hablamos de zonas reservadas para la eólica marina... pues es que estamos hablando de un cero coma siete por ciento. Si a ese cero coma siete por ciento le ocupas solo un doce por ciento pues entonces estamos hablando de que los parques eólicos que habría en 2030, los tres mil megavatios, ocuparían un... 0,08% de las demarcaciones marinas.

¿Quizá demasiada alarma...?
Sin ninguna duda. En todo caso, nuestra actitud es la del diálogo, la constructividad. Vamos a trabajar conjuntamente con todos los sectores, vamos a poner encima de la mesa todas las ventajas que tiene el despliegue eólico marino. Y vamos a poner encima de la mesa también todas las medidas posibles para que se beneficien todas las actividades socioeconómicas de la zona. Pero lo que hay que hacer es trabajar colaborando, y lo que hay que impedir es establecer mensajes que penalizan o generan incertidumbres entre los inversores. Porque esta es una oportunidad que no podemos perder. Insisto: estamos hablando de decenas de miles de puestos de trabajo a 2050, estamos hablando de una oportunidad para determinadas zonas costeras, que han venido sufriendo mucho, durante mucho tiempo, porque la actividad principal que se desarrolla allí tiene un montón de condicionantes. Estamos hablando de zonas de transición justa que se pueden ver beneficiadas porque un parque eólico marino de 15 ó 17 máquinas, de 200 MW, tracciona una cantidad de cadenas de suministro en la zona... que no se ha visto hasta ahora, hasta este momento. Esto es algo que tenemos que aprovechar. Y si no lo hacemos, o tenemos miedos, o de algún modo no tenemos la determinación de apoyar este desarrollo de forma radical y acelerada, estaremos perdiendo una oportunidad como economía y como sociedad, como país.

Entiendo pues que lo que viene a decir AEE es que la pelota está en el tejado de la Administración, ¿no? Lo que viene a decir es que, si hay voluntad política, los POEMs podrían estar este año, y podría convocarse una subasta marina, y el sector podría ponerse ya mismo en ruta.
Los POEMs tienen que estar en abril. Es la voluntad política que nos consta tiene el Ministerio. Nosotros seríamos felices si conseguimos una ordenación del espacio marítimo razonablemente coexistente con la eólica, si conseguimos una subasta convocada a finales de este año o principios del que viene y que vele por la cadena de suministro, y si al final de todo esto podemos tener en 2028 un conjunto de parques eólicos que nos van a dar un antes y un después en muchas regiones costeras.

• Entrevista incluida en la edición de marzo de la revista de papel Energías Renovables (ER 209), que incluye un Especial Eólica

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