“Los responsables políticos deben explorar el despliegue de combustible de alto octanaje con E20 y vehículos con motores optimizados para su uso en el contexto de un reducción de emisiones en el transporte para el año 2030 y en para el largo plazo hasta 2050”. Esta es la petición contenida en el estudio de Ricardo Energy & Environment que ePure defiende por su potencial reflejado de contribuir al 14,1% de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el transporte en Europa en 2030.
El estudio de la consultora tiene en cuenta trabajos previos realizados para la Dirección General de Acción por el Clima de la Comisión Europea (CE) y la European Climate Foundation, ambos basados en el modelo Sultan, aunque en este caso “elimina las restricciones artificiales sobre el uso de etanol, centrándose en la introducción del E20 y la puesta en el mercado de vehículos con motores optimizados para funcionar de manera más eficiente”.
Las emisiones ILUC se cuentan
El etanol estudiado incluye las estimaciones de emisiones asociadas al ILUC, que contabilizadas desde la obtención de la materia prima a la quema final en el depósito “alcanzan reducciones significativas en comparación con el uso de combustibles fósiles convencionales, es decir, la gasolina y el diésel”, afirman desde ePure. La misma asociación recuerda que en otro estudio, este basado en el modelo Globiom, el etanol con ILUC ya reflejaba reducciones notables entre los biocarburantes.
En España, según las últimas estimaciones contenidas en la estadística de biocarburantes realizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el etanol fue el biocarburante que mayores reducciones de GEI alcanzó. En concreto, llegó al 73% de reducción con respecto a la gasolina, por encima del 50% del biodiésel y del 44% del hidrobiodiésel. En estos casos no se incluyen las emisiones ILUC.
Visto bueno de T&E, excepto en aviación, transporte marítimo y biocarburantes
El famoso estudio Globiom, elaborado por las consultoras Ecofys, IIASA y E4tech, llevó a realizar un análisis particular a T&E, ONG que también en estos días ha criticado la posición en la que quedan los biocarburantes en un borrador filtrado que recoge las medidas a tomar por la CE dentro de su estrategia para conseguir una energía baja en carbono para 2030 y 2050.
El borrador está relacionado con la estrategia de la CE para lograr una movilidad baja en carbono, y en general ha sido bien recibido por T&E, aunque insta a una acción más fuerte de reducción de GEI en la aviación y el transporte marítimo internacional. En cuanto a los biocarburantes, afirman que “la Comisión se ha negado lamentablemente a descartar la continuación de la política fallida de empleo de alimentos para los biocombustibles de primera generación”. “El medio ambiente y la industria necesitan seguridad sobre los planes para pasar de malos biocarburantes a una energía sostenible en el transporte”, concluyen.
En uno de los documentos de presentación de su estrategia para una economía baja en carbono en la UE para 2050, la CE admite que “los biocarburantes se utilizarán cada vez más en la aviación y el transporte por carretera, ya que no todos los vehículos pesados del futuro serán eléctricos”.
