En la línea de lo comentado anteriormente en este blog, vivimos en España una auténtica fiebre en el desarrollo de proyectos eólicos y solares. Después de unos años oscuros, el sector vuelve a caminar de la mano de las últimas subastas y de la firma de PPAs privados.
Este auge, sin embargo, guarda también un reverso que nos hace recordar errores pasados y que puede empañar el renacer de las renovables en nuestro país. Se trata de los calendarios marcados por dichas subastas. Éstos están haciendo que lo que según los estándares internacionales de la industria se debiera hacer en un tiempo determinado, se acabe realizando (sobre todo en el caso de los proyectos eólicos que requieren de un tiempo mayor de construcción) en periodos mucho menores. Desde el punto de vista técnico, eso origina una serie de problemas.
Nos centraremos en uno que se puede convertir en crítico. Algo similar ya hemos visto en otros mercados debido a la falta de planificación. Se trata de la medición de curva de potencia. Como comentaba los calendarios están siendo críticos al menos para los proyectos que vienen de la subasta. La carrera para la consecución de permisos y los cierres financieros va consumiendo el tiempo disponible que va poco a poco limitándose a construir en cuanto se cierre la financiación.
Esto puede llegar a imposibilitar la realización del ensayo de curva de potencia para proyectos en los que sea necesario realizar la calibración del emplazamiento (que en España suelen ser la mayoría) si antes no se planifica debidamente. Esta calibración se debe realizar antes de la implantación de los aerogeneradores y requiere de un periodo de entre 3 y 5 meses, contando con el acopio de equipos y materiales para la instalación de la torre temporal y la de referencia. De modo que si no se planifica, o bien puede retrasar el inicio de la construcción o, más comúnmente, acabar prescindiéndose de dicha calibración imposibilitando así el ensayo. El motivo es que la torre temporal se ha de ubicar en el punto donde se implantará el aerogenerador o, en su defecto, a una distancia máxima de 0.2 la altura de buje, lo cual es directamente incompatible con la presencia del aerogenerador. Una vez en el punto, debemos medir simultáneamente en el punto y en la torre de referencia durante 2-3 meses.
¿Y por qué es tan importante la medición de la curva de potencia? No hacerla puede acarrear importantes inconvenientes dado que imposibilita hacer un seguimiento real de la eficiencia de los aerogeneradores a lo largo de la operación. Sin ella, el seguimiento de la operación durante toda la vida del activo se convierte en una tarea mucho más complicada en la que resulta casi imposible determinar las variaciones respecto al Budget relativas al viento de las imputables a máquina, y por tanto se imposibilita cualquier acción correctora.
Además si realizamos la medición de la curva estamos aumentando el valor de los activos, dado que una operación bien monitoreada será un activo más atractivo en caso que queramos venderlo. La garantía mas importante, en el suministro de máquinas, es la relativa a la curva de potencia (realmente se compran curvas, no máquinas). Prueba de la importancia es que ninguno de los grandes actores globales, de los que llevan miles de MW en operación a nivel mundial, prescinde nunca de este estudio. Esto es señal de que es realmente importante y que compensa el tiempo y la inversión necesaria.
Por último, y también muy importante: la mayoría de las entidades financieras exigen el ensayo de curva de potencia, como requisito necesario para mitigar el riesgo de producción atribuible a máquina.
En definitiva, desde UL Renovables aconsejamos encarecidamente incluir la calibración de emplazamiento para el ensayo de curva de potencia en el calendario del proyecto. La no realización del ensayo penalizará el valor del proyecto y la futura operación del activo eólico.
