La central Noor Midelt I se ubicará a 20 km al norte de la ciudad de Midelt, en el centro del país, en las altas llanuras desérticas entre las cordilleras del Medio Atlas y el Alto Atlas, a unas cinco horas en coche desde la capital del país, Rabat. Se espera que su construcción comience en el último trimestre de 2019 y la central esté operativa en 2022.
La instalación tendrá dos grupos, cada uno de ellos formado por una planta fotovoltaica de entre 150-210MW y otra termosolar de 150-190MW, llevando la capacidad de ambos a un total de hasta 800MW. Además, contará con almacenamiento térmico de cinco horas. Todo ello garantizará una producciónn estable, flexible, despachable y competitiva para la red marroquí, según ha indicado MASEN.
Marruecos ya genera con renovables el 35% de su electricidad, y se ha marcado el objetivo de que el 52% se produzca a partir de estas fuentes para 2030, fundamentalmente mediante termosolar, fotovoltaica y eólica.
La decisión de la agencia de energías renovables marroquí de encargar esta central híbrida obedece, según informó el año pasado el Banco Mundial, al elevado potencial de reducción de costes de la energía fotovoltaica.
Si bien los costos finales del proyecto todavía no son definitivos, se prevé que Noor Midelt necesitará unos 2.300 millones de dólares de financiación. Se espera que hasta un 20% (440 millones de dólares) proceda de fuentes privadas, mientras que el 80% restante debería provenir de préstamos de organismos como el BIRF, el FTL, el BAfD, el BEI y otros financiadores del desarrollo.