Tengo pendiente ver la versión realista del Rey León, con mi hijo, pero a él no le apetece demasiado, dice que ya ha visto tropecientas mil veces la versión de dibujos animados de Disney. Estos últimos años hemos visto una proliferación importante de remakes en películas hiperrealistas de dibujos animados con animales como protagonistas. He visto también Mowgli, el libro de la selva, y estas navidades Dumbo.
Dumbo en versión realista es la encarnación de una metáfora del famoso Stephen Jay Gould, un biólogo evolucionario, paleontólogo y geólogo americano. Gould, cuando hablaba de la evolución biológica, solía insistir en que la evolución suele basarse en modificaciones de formas existentes, y son las mismas formas que en cierta medida predeterminan el camino de esta evolución. Decía entonces que desde la perspectiva evolucionaria es poco probable que a los elefantes les crezcan alas, y está claro que no contaba con Dumbo.
El también americano Ian Hodder, arqueólogo y antropólogo en Stanford University, público en el 2018 un libro titulado “Where are we heading”, que en su día compré, y de vez en cuando lo cojo para continuar su lectura. En castellano el título podría ser “Hacia donde estamos encaminados”. La metáfora del elefante con alas de Gould la menciona Hodder, cuando trata de explicar su teoría de una direccionalidad de la evolución de las personas, determinada por las cosas que utilizamos.
No he podido resistir compartir esta pequeña introducción con vosotros; llevo tiempo pensando en ello, va un poco en línea con mi anterior artículo en esta revista, sobre la buena forma de las cosas. Podemos jugar un poco con el tema, y darle media vuelta, y seguir con el enfoque en la evolución de las cosas, su forma, y en su rebufo la direccionalidad de la evolución del hombre, si queremos.
Como decía en diciembre, cuando hablo aquí de cosas, también pueden ser intangibles, como las directivas europeas, las leyes y reales decretos, etc, etc, etc. Ahora me vuelve a la memoria la película de Dumbo, cuando le tachan de friki feo, y pienso en la transformación del sistema eléctrico en la transición energética, desde el paradigma centralizado a la generación distribuida.
Mediante el Real Decreto – Ley 15/2018 se modifica el artículo 44 de la Ley del Sector Eléctrico, y se añade como sujeto del mercado de producción al consumidor que no tiene capacidad técnica de ser directo en el sistema eléctrico. La ley relega a la reglamentación el desarrollo normativo de la operación práctica de esta novedad.
Aquí tenemos nuestro Dumbo, el consumidor que puede contratar directamente con un generador de energía, o con cualquier otro sujeto del mercado de producción, y por supuesto entrará en todos nuestros corazones como el bueno de la película. Pero desde la perspectiva evolucionaria no deja de ser un elefante con alas. O también podríamos verlo de otra manera, como en la famosa publicidad: el consumidor dará alas al sistema eléctrico, identificando el sistema eléctrico con el elefante: no particularmente ágil antes, y ahora volando por el escenario.
Pues sí, damas y caballeros, al sistema eléctrico de esta nueva década de los roaring twenties le están creciendo alas. Nadie se lo habría esperado hace no tantos años, y otros tantos siguen resistiéndose, pero es imparable.
Desde la declaración de la emergencia climática por parte de nuestro primer gobierno de coalición en España el 21 de enero 2020, podemos aspirar a tener la mencionada regulación de la contratación entre consumidores en los próximos 100 días, pienso que el ejecutivo comparte mi opinión de que esta pieza de regulación es primordial para levantar la tan esencial transición ecológica mediante el empoderamiento del consumidor eléctrico como ciudadano emancipado energéticamente, dejando el concepto del abonado eléctrico definitivamente en el cementerio secreto de los elefantes sin alas.