Los investigadores recibieron un correo electrónico en el que se les comunicaba, sin mas, que quedaban “liberados” de sus funciones y en el que, por toda explicación, se les decía que (la Administración) “está reevaluando el alcance del informe”, según publican diversos medios estadounidenses.
El despido de los expertos pone en peligro la continuidad del informe, esencial para traducir el problema global del clima a impactos locales concretos. Científicos como Meade Krosby, directora del Centro Científico de Adaptación Climática del Noroeste (Universidad de Washington), temen, ademas, que se reemplace por otro informe que minimice la crisis climática, afín a la ideología del presidente Trump y su equipo, que niegan los impactos del calentamiento global.
El gobierno de EEUU lleva publicando periódicamente desde el año 2000 análisis exhaustivos sobre cómo el aumento de las temperaturas afecta la salud humana, la agricultura, la pesca, el suministro de agua, el transporte, la producción de energía y otros aspectos de la economía del país. La última evaluación se publicó en 2023 y es utilizada por gobiernos estatales y locales, así como por empresas privadas, para prepararse ante olas de calor, inundaciones, sequías y otros desastres relacionados con la crisis climática. Pero aunque sigue siendo útil, está quedando desactualizada.
Estos informes son elaborados de forma voluntaria por científicos y expertos de todo el país y luego se someten a múltiples revisiones de 14 agencias federales y un período de comentarios públicos. Todo el proceso es supervisado por el Programa de Investigación sobre el Cambio Global, creado por el Congreso en 1990 y apoyado por la NASA.
Sin embargo, Russell Vough, nombrado por Trump director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, ha declarado en diversas ocasiones que había que “reformar” el programa de investigación climática, pues sus informes –argumenta- eran utilizados como base para demandas ambientales contra el gobierno federal.
“Esto es lo más cercano que se puede llegar a la cancelación de la evaluación”, dice Jesse Keenan, profesor en la Universidad de Tulane y coautor del último informe. “Si eliminas a todas las personas involucradas, no queda nada que avance.”
El pasado mes de febrero, los científicos habían presentado ya un borrador del próximo informe para revisión inicial por parte de la Casa Blanca. Esta revisión está en pausa, y el período de comentarios entre agencias también ha sido aplazado.