El terreno sobre el que un día quisieron generar energía nuclear es, desde el año 2005, propiedad de la empresa suministradora de energía EVN. Y esta compañía decidió instalar allí, en 2012, una instalación solar fotovoltaica que ahora está a punto de cumplir cinco años de vida. Lo cuenta Fronius, fabricante austríaco de inversores fotovoltaicos y suministrador de bienes de equipo a esta instalación. "Un total de mil paneles fotovoltaicos colocados en la fachada, el techo y en los espacios libres colindantes de la antigua planta nuclear producen energía limpia sobre una superficie de 3.700 metros cuadrados. La corriente alterna generada en los paneles -explica el fabricante- es convertida en corriente continua con los 43 inversores Fronius IG Plus y suministrada después a la red eléctrica".
Horizonte 100% renovable
Según Martin Hackl, responsable de la división Solar Energy de Fronius International GmbH, "el cambio a las fuentes de energía renovables es inevitable para la sociedad industrial moderna. Nuestro objetivo -explica Hackl- es por tanto crear un mundo en el que se cubra el 100% del consumo de energía con fuentes de energía renovable y conseguir que esta energía esté disponible para todos en cualquier momento y lugar en suficiente cantidad". El responsable de la división Solar Energy de la compañía reconoce que "la planta nuclear de Zwentendorf tiene para nosotros un carácter emblemático. Aunque esta planta nunca se puso en servicio, hemos conseguido que en la actualidad esté produciendo energía. Sin lugar a duda, podemos asegurar que se trata de la planta nuclear más segura del mundo".
Las señas de identidad de Fronius International GmbH
Fronius International GmbH fue fundada en 1945 por Günter Fronius en Pettenbach (Austria). Setenta años después de aquello, la empresa cuenta con sede en la propia Pettenbach y, así mismo, con instalaciones en Wels, Thalheim, Steinhaus y Sattledt. La empresa declara actualmente, a escala global, 3.723 trabajadores, distribuidores y/o representantes en más de 60 países y 838 patentes.
El relato de lo sucedido en Zwentendorf, por el doctor Peter Weish