Comisiones Obreras (CCOO), la Unión General de Trabajadores (UGT), Greenpeace, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), la Fundación Energías Renovables, la Confederación Española de Economía Social (Cepes) y la pequeña y mediana empresa de Cataluña (Pimec) presentaron ayer en Madrid una "declaración conjunta de apoyo a un cambio de modelo energético y productivo sostenible, que genere empleo y reduzca la dependencia energética española del exterior". Según ese documento, la tercera revolución industrial "permitirá la creación de millones de empleos verdes de calidad". La declaración, que considera que "el cambio es posible y necesario", ha contado con el apoyo de Jeremy Rifkin (foto), economista y sociólogo, profesor de la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio y presidente de la Foundation on Economic Trends.
Según el manifiesto, "la pequeña y mediana empresa, las cooperativas, las organizaciones de la sociedad civil y los trabajadores y consumidores están comenzando a conectarse a través de enormes redes laterales cuyo poder distribuido, costes reducidos, márgenes favorables y creciente cuota de mercado hacen mermar los modelos centralizados del siglo XX". La tercera revolución industrial –dice el manifiesto– abrirá nuevos mercados para las empresas existentes –ayudándoles a salir de la crisis–, creará miles de nuevos negocios y millones de nuevos puestos de trabajo en toda España y en Europa. Así, concluye, "tendrá un impacto tan significativo en el siglo XXI como la primera revolución industrial lo tuvo en el siglo XIX y la segunda revolución industrial en el siglo XX".
Según ese documento, los pilares de la tercera revolución industrial serían (reproducimos literalmente):
- Promover la creciente cobertura de las energías renovables en la demanda energética.
- Aplicar adecuadas políticas de ordenación del territorio para minimizar las necesidades de desplazarse. Igualmente, fomentar al máximo la capacidad de las telecomunicaciones para ese mismo objetivo.
- Actuar sobre la edificación, transformando el parque edificado en clave de eficiencia energética para ahorrar energía e instalando energías renovables en los edificios; de esta manera, se generará una nueva actividad en el sector de la construcción.
- Poner en valor el capital humano: implementar políticas formativas para dotar a los trabajadores de los conocimientos y habilidades para desarrollarse profesionalmente en las tecnologías de la tercera revolución industrial; ello debe suponer la adaptación de los distintos tipos de formación profesional, ocupacional y continua.
- Desarrollar las tecnologías de almacenamiento, el hidrógeno, entre ellas (Rifkin es autor de "La economía del hidrógeno").
- Utilizar la tecnología de internet para transformar la red eléctrica de todos los continentes en una red interconectada, que actúe igual que internet, de forma que millones de edificios generando una pequeña cantidad de energía a nivel local, in situ, puedan vender el excedente a la red de electricidad y compartirla con sus vecinos continentales.
- Fomentar el reequilibrio modal del transporte y cambiar la flota de transporte hacia vehículos eléctricos y eficientes que puedan comprar y vender electricidad en una red eléctrica continental interactiva.
Según los firmantes, "un primer paso en la dirección correcta podría ser la planificación de un gran programa nacional para introducir la sostenibilidad en los edificios existentes –viviendas, plantas industriales, oficinas y edificios comerciales– y la autosuficiencia energética en la nueva edificación, así como en el transporte; lo que permitiría generar nuevos empleos y mayor valor añadido". El documento señala a continuación que "la creación de un sistema energético basado en la eficiencia, la gestión de la demanda y las energías renovables en la edificación y el transporte y su interconexión a través de redes inteligentes abre la puerta a una tercera revolución industrial".
Por todo ello, concluye el manifiesto, "las organizaciones firmantes se comprometen a apoyarse mutuamente en sus esfuerzos a favor de un cambio de modelo productivo y energético para crear empleos sostenibles en España y en Europa, mediante la creación de las condiciones de mercado más favorables para todas las empresas e iniciativas españolas y europeas que apuesten por el ahorro y la eficiencia energética, las energías renovables, las redes inteligentes y los mercados de energía distribuida, lo que permitirá la creación de millones de empleos verdes de mayor calidad".