El futuro empieza por una isla: Pellworm, en el Mar del Norte. El futuro energético, independiente pero no aislado, integrado, gestionable. Al menos, eso aseguran cuatro actores de primera fila –la súper multinacional E.ON, el prestigiosísimo Instituto Fraunhofer, el operador de red Schleswig-Holstein Netz AG y la Universidad de Ciencias Aplicadas Westküste–, que han estudiado detalladamente el caso y han llegado a la conclusión de que Pellworm "ofrece las condiciones ideales para convertirse en modelo para el desarrollo de un sistema energético integrado".
Según el responsable en E.ON de las redes de distribución en Alemania, Dierk Paskert, "en Pellworm instalaremos todos los componentes de una red inteligente, lo que nos permitirá estudiar hoy el suministro energético del mañana". En este contexto –añade Paskert–, desempeña un papel fundamental el almacenamiento de la energía renovable". De momento, y según E.ON, en Pellworm ya cuentan con diferentes sistemas de generación de energía renovable que producen "mucha más electricidad de la que necesita la isla, así como su correspondiente infraestructura de redes de distribución".
Según el estudio, un sistema de almacenamiento mediante baterías y una tecnología de control inteligente complementarán la central eléctrica de E.ON en Pellworm. Junto con los otros socios del proyecto, E.ON asegura que ya está "avanzando en la planificación de la implantación y determinando los elementos necesarios para el desarrollo de este avanzado sistema". Según el profesor Jürgen Hussmann, de la Universidad de Ciencias Aplicadas Westküste, “esta investigación es pionera porque por primera vez se estudian conjuntamente generación, almacenamiento, distribución y consumo”.
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