"No hay que desperdiciar el valor de un buen movimiento independentista: asegurémonos de que el movimiento catalán y otros movimientos europeos hacia la afinidad cultural y la autodeterminación regional estén respaldados y dotados de un significado existencial más profundo: el abandono de la energía nuclear y de las energías fósiles", afirma Droege.
"Aquí radica la verdadera promesa y la profunda lógica de una Cataluña, Escocia, Lombardía o Baviera independientes: la capacidad no solo de eliminar la noción anticuada de estados nacionales y las fronteras fijas y arbitrarias, sino también la reconstrucción de una Europa resiliente, pacífica y unida. Una Unión de Regiones renovable", asegura.
De acuerdo con el presidente de Eurosolar, "el apego a una Europa de Estados fijos fijos es tan rígido y peligroso como la desintegración de la UE en Estados nación desarticulados". En cambio, hay que "permitir que surja una Europa nueva, fluida e integrada, en la que la identidad nacionalista retroceda en favor de afinidades modernas, fluidas y en red, economías flexibles basadas en energías renovables y en reconocimiento de la profunda necesidad de regenerar la base de vida, erosionada de Europa: la biodiversidad colapsada, la desaparición de los suelos agrícolas, el aire urbano contaminado y la dependencia catastrófica del petróleo, el carbón, el gas y el uranio".
"La democracia antigua está fracasando gravemente", prosigue el presidente de la asociación europea. E insta a la UE, a España y a Cataluña "a liderar el camino hacia una forma nueva y moderna de nuestra Unión Europea, de naciones más blandas y afinidades regionales".
Peter Droege considera, asimismo, que "los otros bloques de poder anticuados, del este y del oeste, también tienen que incorporarse a esta evolución hacia una coexistencia pacífica y sostenible". Y concluye pidiendo que se reinviertan los dos billones de dólares que se destinan a gastos militares "en un proyecto global de regeneración, que integre las energías renovables, el suelo, el agua y la biodiversidad: el verdadero desafío de defensa del siglo XXI".