Rajoy ha dicho estos días que si gana las elecciones promoverá una ley de cambio climático. Pero los hechos –como el freno total a las renovables en los últimos cuatro años– y la historia que reflejan algunas declaraciones son muy tozudos. Así que el anuncio resulta más bien poco creíble en boca del líder de un partido que se acuerda del cambio climático una vez al año. Y porque en París toca.
Por eso no debería extrañar a nadie que España haya perdido 12 puestos en este undécimo Índice de Comportamiento Climático (CCPI), y haya pasado del 29 al 41 para colocarse entre los países con resultados pobres. Solo Austria y Estonia tienen peor puntación que nosotros dentro de la Unión Europea. En todo caso, peor lo llevan Australia, Japón y Corea del Sur, que ocupan los últimos puestos entre los países industrializados.
El milenio se inició con una década perdida en términos de protección del clima y, como se indica el informe del CCPI, las emisiones globales seguían creciendo en 2013. Para 2014, hay señales que apuntan a una desaceleración o incluso un cambio de tendencia.
“Vemos las tendencias globales, que apuntan cambios prometedores en algunos de los sectores más relevantes para la protección del clima y parece que se están dando pasos importantes hacia una transformación del sistema energético”, señala Jan Burck (Germanwatch), autor de la CCPI. “La intensidad energética de la economía mundial está disminuyendo. En los próximos años, será crucial descarbonizar el sector energético a escala mundial. En 2013 y 2014 se ha visto por primera vez que se instalaba más potencia de fuentes renovables que de todas las demás fuentes de energía juntas, lo que indica que esa descarbonización ya ha comenzado en muchos países”.
Nadie merece los tres primeros puestos
En una clasificación donde los tres primeros puestos quedan vacantes porque ningún país está actuando lo suficiente para evitar el cambio climático, Dinamarca ocupa el cuarto lugar, Reino Unido el quinto y Suecia el sexto.
“Los países de la UE siguen estando arriba, beneficiándose de sus inicios tempranos en el desarrollo de políticas climáticas. Sin embargo, ahora que los países de todo el mundo han comenzado a invertir en renovables a gran escala, la UE corre el riesgo de quedarse atrás. La falta de liderazgo se refleja en recortes en el apoyo a las renovables y en un sistema de comercio de emisiones que no funciona”, explica Wendel Trio, director de Climate Action Network (CAN) en Europa.
“En los próximos dos años, cuando la UE dé forma a sus políticas climáticas y energéticas futuras, definirá la velocidad de su transición a una economía libre de combustibles fósiles”.
Los dos mayores emisores de gases de efecto invernadero, EEUU y China, ocupan respectivamente los puestos 34 y 47. Pero ambos han mejorado sus notas este año. Se benefician de mejores evaluaciones de sus políticas, debido a las enormes inversiones que están realizando en renovables y su disposición a ir dejando atrás el carbón. Canadá y Australia, que han experimentado cambios políticos, tienen la oportunidad de mejorar su posición en el ranking del próximo año.
Francia parece haber llegado a tiempo para su presidencia de la COP21. El país vecino ha subido seis puestos hasta llegar al octavo. Algunas de las razones principales son el bajo nivel de emisiones per cápita (la más baja entre los países del G7) y una tendencia a mantener esa disminución.
Descarbonizar la energía
Globalmente, el carbón, la fuente de energía más sucia, se pone a la defensiva. Como muestran varios estudios recientes, el consumo mundial de carbón ha disminuido un 2,4% en 2015. “Los esfuerzos para eliminar contaminantes plantas de carbón deben ser incrementados drásticamente, si queremos tomarnos en serio el cambio climático. Necesitamos una señal clara del precio del carbono que nos lleve a una eliminación total de los combustibles fósiles y hacia un modelo 100% renovable. Será crucial que después de la cumbre de París los países comiencen a revisar sus objetivos climáticos actuales, que nos llevan por la senda de un aumento de la temperatura media de 3 grados”, apunta Wendel Trio.
Jan Burck añade que “para la descarbonización del sistema energético a escala global, sería importante que las economías emergentes lo logren antes de que esos países sean tan dependientes del carbón como lo son los países desarrollados”.
India, que ocupa el puesto 25 en el índice, y muchos países africanos están tomando decisiones importantes sobre la dirección de sus inversiones energéticas. Proporcionar apoyo a las decisiones correctas podría desempeñar un papel clave en este sentido. Los datos de CCPI hasta 2013 no indican aún estos datos, pero las tendencias descritas, si se producen a escala global, dan esperanza para el cambio.
El Climate Change Performance Index (CCPI) es una herramienta diseñada para mejorar la transparencia en las política internacionales sobre el clima. Sobre la base de criterios estandarizados, el índice evalúa y compara el comportamiento de la protección del clima de los 58 países que acumulan más del 90% de las emisiones mundiales de CO2 relacionadas con la energía.
Pep Puig, presidente de Eurosolar España y miembro del Consejo Asesor de nuestra revista, participa en la elaboración del CCPI.