Ascó se sumó ayer a la larga lista de sucesos notificables de junio. En el caso de la central catalana ha sido una avalancha de algas. En el de Almaraz I, que también ha tenido que parar (1.050 MW fuera del sistema de una tacada), la culpa la ha tenido un incendio, sucedido él a las 13.21 horas del pasado viernes, en plena hora punta de consumo de electricidad: parada en Almaraz "no programada" que se sumaba a otras tres –sí programadas– por recarga. ¿Conclusión? A finales de la semana pasada, más de la mitad (4.183 MW) de la potencia nuclear española instalada (7.800 MW en total) estaba fuera de servicio.
A lo largo de las últimas horas, la situación ha ido cambiando, no obstante, y ahora mismo es tal y como sigue: Almaraz I sigue reparando los daños de su incendio y por ello completamente parada; Vandellós continúa desenchufada también; Almaraz II está en fase de arranque (285 MW de los 1.048 instalados); Trillo ya está en marcha; y, por fin, Ascó –la última en unirse al coro– ha reducido su potencia: "reducción preventiva de potencia hasta el 65% debido a una avenida masiva de algas en el río Ebro". El suceso fue notificado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a las 10.50 horas. El CSN ha difundido la siguiente información: "al entrar las algas en el canal, se podría taponar parcialmente el sistema de agua de circulación que refrigera el condensador del vapor de turbinas; por ello, el titular de la planta ha disminuido manualmente la potencia del reactor para prevenir posibles transitorios ocasionados por la menor refrigeración; el titular, una vez que pase la avalancha, procederá a limpiar el canal de algas y a continuación irá aumentando la potencia hasta recuperar la nominal". Endesa es la principal propietaria de Ascó (central en la que Iberdrola tiene una participación menor).