Aunque no se espera que de la COP 22 de Marrakech salgan decisiones definitivas sobre las reglas operativas para desarrollar el Acuerdo de París, sí es importante que se vayan definiendo los principales instrumentos para la implementación de las medidas contra el cambio climático en los borradores de los textos que se están elaborando y que previsiblemente se aprobarían en las COP de 2017 o 2018.
Para CCOO los elementos fundamentales a desarrollar serían la financiación, la adaptación, la transparencia en la comunicación de los inventarios y en la implementación de las contribuciones nacionales, la incorporación de los derechos humanos y sociales o el desarrollo del balance mundial de los avances en el cumplimiento del Acuerdo.
Particular importancia tiene impulsar mecanismos para aumentar la ambición en los esfuerzos de mitigación, ya que con las contribuciones nacionales (voluntarias) presentadas (NDCs) se ha estimado que la temperatura media del planeta podría aumentar hasta 3º C y la primera revisión de esas contribuciones está prevista para 2023, un plazo demasiado lejano para decidir el incremento de la ambición. CCOO ha planteado en Marrakech al Gobierno español que se aproveche el primer diálogo para hacer balance global de las metas, previsto para la COP de 2018, y establecer en él instrumentos de revisión más tempranos. Al parecer el tema se está estudiando en las reuniones de la COP.
Para los sindicatos, el desarrollo de mecanismos para implementar la transición justa de los trabajadores en las políticas climáticas nacionales es fundamental. La transición justa laboral fue incluida en el Acuerdo de París de 2015, pero ahora hace falta, como en los demás aspectos del acuerdo, definir que se incluya y establecer de qué manera hacerlo en las contribuciones determinadas a nivel nacional.
Esto se está abordando en el Foro mejorado sobre el impacto de la aplicación de las medidas de respuesta de la Conferencia y se ha planteado la creación de un Grupo ad hoc de expertos técnicos sobre diversificación y transformación económica y sobre transición justa que lo estudiará. La Confederación Sindical Internacional (CSI) ha pedido participar en este Grupo de expertos.
En esa perspectiva es importante considerar las “Directrices de política para una transición justa hacia economías y sociedades ambientalmente sostenibles para todos” que aprobó la OIT en 2015, y que debe servir de guía para la transformación del modelo energético y productivo en cada país. La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha propuesto a la UE la creación de un Fondo para la Transición Justa que afronte la financiación de la reconversión de las industrias energéticas y que se nutra de los ingresos provenientes de las subastas de los derechos de emisión de CO2.
