El acuerdo, que quedó ratificado por ambas partes el pasado 8 de mayo, rebaja el objetivo inicial de 41.000 gigavatios hora a 33.000 en 2020, lo que supone un recorte cercano al 20%. No obstante, el 23,5 por ciento de la energía será de generación eólica o solar en 2020, según informa EFE Verde.
Desde la llegada al poder del gobierno conservador, la incertidumbre se había adueñado del sector, ante la amenaza del actual Ejecutivo de revisar los objetivos para las renovables cada dos años. Ahora, el Gobierno ha renunciado a su pretensión y, a cambio, el organismo Regulador de Energía Limpia informará anualmente al Parlamento y al Gobierno sobre los avances en relación a este objetivo y el impacto que tiene en los costes de la electricidad.
La oposición laborista mantiene, no obstante, su desacuerdo sobre la inclusión de deshechos de la quema de bosques nativos como parte del objetivo, según el diario financiero “Australian Financial Review”.
Inicialmente, la hoja de ruta establecía que el 20 por ciento de la energía del país tenía que ser de origen renovable en 2020, lo que equivalía a unos 41.000 gigavatios hora. Con la caída de la demanda, esta cota excedía el 20 por ciento por lo que el Gobierno abogó por modificar el objetivo a 32.000 gigavatios hora y la oposición a 33.500.
Las inversiones en proyectos de energías renovables en todo el mundo aumentaron un 10 por ciento en 2014, mientras que en Australia cayeron de 2.100 a 330 millones de dólares (1.948 a 306 millones de euros), de acuerdo con un informe del mes pasado del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA).
En el desarrollo de las renovables en Australia participan varias empresas españolas, como Abengoa (que participa en proyectos termosolares) o Fotowatio Renewable Ventures y Elecnor, ambas con proyectos fotovoltaicos.