El conjunto del proyecto de Alzira, realizado en tres fases y que está compuesto por la instalación de siete sistemas fotovoltaicos ubicados en cubiertas públicas en régimen de alquiler, es capaz de generar 1.980 MWh/año, cantidad de energía suficiente para abastecer a 195 hogares valencianos. El ahorro de emisiones de CO2 alcanza las 782 toneladas.
En cuanto a Picanya, el proyecto se ha desarrollado en dos fases y consta de instalaciones fotovoltaicas en cuatro tejados municipales. Las instalaciones generarán 600 MWh/año y podrían suministrar energía hasta a 60 hogares picañeros. En este caso, se ahorra más de 236 toneladas de emisiones de CO2.
La población de estos municipios valencianos se beneficiará de una aportación económica a las arcas de sus ayuntamientos mediante las cuotas de alquiler. “Las principales ventajas de estos proyectos fotovoltaicos”, explican sus promotores, “pueden resumirse en la mejora de la impermeabilización de las cubiertas (por ejemplo, en Alzira se rehabilitó la cubierta sustituyendo la uralita de las pérgolas por chapa) así como en un mayor rendimiento energético de los edificios ya que las placas instaladas en los tejados absorben la energía solar que llega a la cubierta. Consecuentemente, se reducen los gastos de climatización en estos lugares”.
Para llevar a cabo los sistemas de la agrupación, Krannich Project ha trabajado conjuntamente con las empresas instaladoras Ninobe y Monsolar, así como con los fabricantes asiáticos de módulos LDK, Tianwei, Q.Cells, Canadian y REC. Por su parte, Solarmax y SMA ha proporcionado los inversores solares.
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