El gran campo solar fotovoltaico (FV) de Vale de Moura, en la región de Alentejo, pasa por ser una de las primeras instalaciones FV de la Península que no ha contado con ningún tipo de subsidio público. Con una superficie de 55 hectáreas y una capacidad total instalada de 28,8 megavatios (MW), entró ayer en pleno funcionamiento para producir más de 52 GWh de energía limpia cada año, el equivalente al consumo medio anual de unas 10.000 viviendas. El proyecto, cuya inversión final ha rondado los 20 millones de euros, ha sido posible gracias a un contrato bilateral de compraventa de energía eléctrica (PPA, Power Purchase Agreement) a 10 años que garantiza la comercialización de energía hasta el año 2029.
El proyecto ha sido desarrollado y promovido por el Grupo Hyperion Renewables, que se mantiene como accionista minoritario en sociedad con el actual accionista mayoritario, el fondo de inversión francés Mirova, especializado en proyectos de energía renovable. Asimismo, ha contado con la financiación del Banco BPI SA (recientemente integrado en el grupo Caixabank). La empresa Axpo actuará como agente vendedor de la central fotovoltaica en el mercado ibérico de electricidad (Mibel), proporcionando una garantía del precio de la electricidad generada durante los próximos 10 años y facilitando así la financiación privada del proyecto.
Pedro Bastos Rezende, presidente de Hyperion Renewables: “este innovador proyecto ha revolucionado la forma en que los proyectos fotovoltaicos, y otros, se están implementando en Portugal. La puesta en marcha de la nueva central demuestra que se pueden construir centrales en Portugal sin tarifas subvencionadas y que los proyectos PPA de largo plazo son viables en el contexto económico nacional, lo que permite la financiación bancaria de estos proyectos”
Según sus impulsores, el campo FV de Vale de Moura permitirá evitar la emisión de 110.756 toneladas de CO2 cada año, ayudando a cumplir los objetivos de descarbonización establecidas por la Unión Europea, que pretenden que Portugal aumente la cuota de energía procedente de fuentes renovables para el consumo final hasta el 31% en 2020". Además -añaden-, la construcción de esta central "contribuye a la independencia energética portuguesa, lo que garantiza la seguridad del suministro y la sostenibilidad económica y ambiental".